Los refuerzos no llegan y la ansiedad de los hinchas aumenta, pero la realidad es que más allá de las gestiones que está realizando la dirigencia, con Roberto Sensini a la cabeza, difícilmente haya novedades en los próximos días.
Newell’s comenzó primero un proceso de “depuración” del plantel, necesaria para promover juveniles y sobre todo para ajustar el presupuesto mensual a partir de la reducción de contratos altos como los de Oscar Ustari y Hernán Bernardello (ya se fueron), o los de Víctor López, Leandro Fernández, Víctor Figueroa o Martín Tonso, quienes no serían tenidos en cuenta por Bernardi.
El paso uno está en marcha, pero será necesario que Sensini ponga el pie en acelerador en la segunda etapa, la de conseguir los refuerzos solicitados por el entrenador. La única negociación que se oficializó hasta la fecha fue la reunión de Roberto Sensini con el representante de Bruno Valdez, Miguel González Zelada. Y esa gestión quedó trunca a partir de la alta cotización que Cerro Porteño le puso al defensor de la selección guaraní y su escaso deseo de transferirlo.
Obviamente la búsqueda del zaguero es una prioridad. Y nombres en carpeta hay. Y uno de los que interesa es Juan Manuel Insaurralde, a quien Sensini conoce muy bien. Pero el chaqueño está muy cómodo en Jaguares de Chiapas y suena difícil que Newell’s consiga traerlo.
En las últimas horas surgió un nombre más: Germán Conti, pero desde la dirigencia aseguraron que no hay gestiones sobre el defensor de Colón.
La realidad es que el elenco sabalero puso sus ojos en Martín Tonso, y en el Parque surgió la idea de preguntar si el juvenil defensor de 21 años podría entrar en la negociación, pero hasta el momento no hay nada.
Otro nombre que vuelve a aparecer en escena es Sebastián Domínguez. Su regreso al Parque es una novela sin fin y cuando firmó con Estudiantes hace seis meses parecía haber terminado. Pero el Negro hoy no es titular en el Pincha y Lucas Bernardi, amigo del zaguero, ya le habría preguntado si tiene intenciones de volver.
Historia repetida
La llegada de un zaguero en Newell’s parece un problema sin resolver en los últimos mercados de pases. Los últimos aciertos tienen que ver con la gestión Martino, cuando llegaron Víctor López y Gabriel Heinze, o con una apuesta anterior de la dirigencia que fue de riesgo y dio sus frutos: Santiago Vergini.
Vergini llegó en 2011 con pocas expectativas, pero con el Tata que se afirmó como titular, primero como lateral derecho y luego como marcador central. López en cambio llegó en 2012 de la mano del Tata, que pretendía un zaguero zurdo experimentado. Y a Heinze lo convenció el propio entrenador en 2013 cuando el propio defensor no tenía en sus planes el regreso.
Después de ellos, los refuerzos que llegaron para el puesto fueron decepciones. Franco Lazzaroni, Leandro Fernández, Sebastián Martínez y Nehuén Paz, cada uno a su manera fueron los nombres que intentaron ocupar el lugar de Vergini y Heinze, y no lo lograron.