Las vejaciones inferidas al jefe de Fotografía del diario El Ciudadano, Alejandro Guerrero, no hace más que preocuparnos y dejar sentado el más enérgico repudio. La detención sin motivos y los golpes inferidos en sede policial son prácticas absolutamente reñidas con los más elementales principios del Estado de derecho, la Constitución que lo sustenta y los comportamientos democráticos que le son inherentes.
Es inadmisible que desde dentro de la fuerza establecida para la protección de la vida, la salud y los bienes de los ciudadanos se produzca, por el contrario, un ataque a valores tan preciados.
La existencia de bolsones autoritarios y antidemocráticos en el seno de la Policía debe ser erradicada con medidas ejemplificadoras y profundas, lo cual compromete a las instituciones del Estado santafesino, cuya actuación no debe demorarse.
La falta de profesionalismo que denotan las policías provinciales o federales se ve cuando deben actuar. Hay una mala formación, policías que salen a la calle sin preparación y no están adecuadamente conducidos por la autoridad política.
La impresión de la gente es que está insegura y por otro lado el Estado no le brinda la seguridad adecuada y la Policía no actúa o actúa desmedidamente.
Si una persona actúa inadecuadamente –que no fue el caso de Guerrero– eventualmente se lo procesa y están los mecanismos para tomar las medidas del caso, pero nunca puede justificarse la golpiza.
Desde el Colegio de Abogados, durante años, venimos exigiendo profesionalismo en las fuerzas policiales, a las que no se las instruye y no se las conduce, rol que debe ejercer el gobierno provincial y el de la Nación. Exigiendo que se actúe con energía cuando amerita, pero con prudencia, porque se confunde al culpable con el inocente.
Tanto desde el Colegio, como del Foro Regional Rosario, hemos participado de innumerables reuniones a las que también se han sumado entidades civiles que quieren participar, gente que ha sido víctima del delito que quiere colaborar. Nos llama el gobernador, nos convoca el intendente, se habla, se hacen recomendaciones que son escuchadas pero que en la práctica jamás se ejecutan. En este tema puntual es falso que este gobierno sea participativo, porque se cierran y se hacen infranqueables a las recomendaciones que le hace la comunidad.
Queremos una Policía que actúe adecuadamente, dentro de la ley. Que preserve a las personas, que preserve al inocente y al culpable no lo toque.