Espectáculos

Triste despedida

A los 51 años, murió el periodista y productor rosarino Gerardo Rozín

Nacido en Rosario en 1970 y radicado en Buenos Aires desde los años 90, era dueño de un personal estilo que alcanzó popularidad en Telefé con ciclos como "La Peña de Morfi", espacio de cada domingo desde donde recuperó la música popular tocada en vivo para la tevé abierta


El periodista, productor y conductor televisivo rosarino, radicado en Buenos Aires, Gerardo Rozín, dueño de un personal estilo que alcanzó popularidad en la pantalla de Telefé con ciclos como Morfi, todos a la mesa y La Peña de Morfi, espacio de cada domingo desde donde recuperó la música popular tocada en vivo en la tevé abierta, murió este viernes por la noche en Buenos Aires, a los 51 años.

Rozín falleció a causa de un tumor cerebral que lo aquejaba y que en los últimos días hizo que Telefé, el canal donde trabajaba, difundiera un comunicado refiriendo a su “delicado” estado de salud y pospusiera el estreno de la séptima temporada de La Peña de Morfi que iba a comenzar este domingo.

Allegados al comunicador nacido el 18 de junio de 1970, que se formó en el Canal 3 de Rosario y de la redacción de Rosario/12 y que saltó a la pantalla nacional como productor de Sábado Bus, el magazine nocturno comandado por Nicolás Repetto, confirmaron que su familia lo acompañó estos últimos días en su casa.

La muerte de Rozín impactó de inmediato en las redes sociales, donde se sucedieron los mensajes de despedida de artistas, músicos, compañeros de trabajo y personalidades de todos los ámbitos.

El presidente Alberto Fernández expresó en Twitter su pesar por el fallecimiento y reconoció a Rozín como un “inmenso profesional”.

A lo largo de su trayectoria, el comunicador también condujo Tres poderes, Esta noche libros, Gracias por venir y Morfi, todos a la mesa, fue productor de Hora clave, Georgina y vos, Mañaneras, Es por ahí y se desempeñó como gerente de programación de Azul TV, una de las tantas denominaciones legadas al canal de Alejandro Romay hoy llamado El Nueve.

Pero sin dudas fue en Morfi, todos a la mesa y La Peña de Morfi, sus dos últimos envíos que se emitieron por Telefé, donde Rozín configuró acabadamente su perfil como animador jovial, entrevistador cálido y enorme difusor de la música popular argentina a la que le dio un valioso espacio en vivo que marcó el pulso del envío.

En marzo de 2017, al filo de iniciar la tercera temporada de Morfi…, su creador le dijo a la agencia de noticias Télam que la apuesta era “reforzar lo construido para afirmarse como el show de la mañana en televisión”.

“Básicamente, lo que queremos es más de lo mismo pero más lindo: nos llevó un tiempo acomodarnos al cambio de horario e incorporar periodismo sin perder el humor ni las recetas”, había expresado.

En ese mismo reportaje, Rozín explicó el impacto emocional de sus entrevistas e indicó: “Soy curioso de verdad y trabajo cada reportaje como si fuera el primero que hago. Para cada charla me pongo un objetivo y salgo a buscar un tono o un tema para divertirme, o una confesión”.

Un año y medio después, al analizar la buena audiencia lograda con los recitales de música en vivo en La Peña de Morfi, Rozín señaló: “Que hubiera música en vivo fue un lío para todo el mundo pero terminó siendo muy bueno para los músicos y para la gente del canal implicó mostrar que se puede montar un show con un buen sonido. En definitiva fue muy motivador para todos”.

Sobre el espíritu de ese espacio configurado como un gran escenario musical, añadió: “El objetivo es mezclar consagrados con buenos pero menos populares y eso dio resultados curiosos aunque el manual de la tevé te dice que no”.

Entonces descartó la comparación con Juan Alberto Badía (y sus ciclos como el emblemático Badía & Compañía) y sostuvo: “Soy como un Badía sin talento. En realidad yo me siento más cercano a Juan Carlos Mareco, de quien era fanático y lo considero mi referente”.

Y entonces también definió su estilo: “Para lo que es la industria, tengo un ciclo muy afortunado. Hace diez años empezamos a hacer una televisión más artesanal que lo que el medio pide y logré salir por otro lado produciendo cosas a partir de géneros televisivos que por ahí estaban en desuso y los repusimos a nuestra manera”.

Antes del inicio de la pandemia de coronavirus, cuando La Peña… preparaba su quinta temporada, Rozín arriesgó algunas ideas acerca del suceso del espacio: “Se trata de una mezcla y nos lo tomamos en serio. Hay compromiso con el trabajo. Todo está muy laburado y es muy divertido. Y, en el plano musical, siempre intentamos sorprender. Hay una profunda búsqueda por la excelencia”.

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