«No sé cómo decir esto así que sólo voy a decirlo. Shane, que siempre será la luz que tengo ante mí y la medida de mis sueños y el amor de mi vida y el alma más bella y hermoso ángel y el sol y la luna y el principio y el fin de todo lo que me es querido se ha ido para estar con Jesús y María y su hermosa madre Therese», escribió la mujer a través de un comunicado publicado en su cuenta de Instagram.
Y añadió: «No hay forma de describir la pérdida que siento y la nostalgia por una más de sus sonrisas que iluminaron mi mundo. Vivirás en mi corazón para siempre».
Aunque no se informó sobre los motivos del deceso del artista, lo cierto es que su salud se venía debilitando desde hacía muchos años a raíz de su abuso con las drogas y el alcohol.
Es que MacGowan fue una suerte de Charles Bukowski del movimiento punk, un poeta que vivía al límite para poder escribir con conocimiento de causa sobre los aspectos más revulsivos del ser humano y la sociedad.
Pero además, eso lo hizo a partir de una música que desde un pulso y una actitud punk, recuperaba sonoridades del folclore celta, incluso apelando al uso de banjos, acordeones y flautas.
Otro de los rasgos distintivos de este artista es que era un orgulloso irlandés por raíz familiar, nacionalista, que apoyaba al IRA, más allá de haber sido criado y de vivir en Londres.
Así lo demostró con The Pogues, el trío que fundó en 1982, aún bajo el influjo dejado por los Sex Pistols, con el que iba a dejar un puñado de canciones que se convertirían en íconos del punk irlandés.
Entre ellas se destacan «Streams of Whiskey», «Boys from the Country Hell», «The Body of an American», «Dirty Old Town», » Sally MacLennane», «A Pair of Brown Eyes» y The Sick Bed of Cuchulainn», sólo por citar algunas.
En sus creaciones para esta banda, MacGowan combinó rebeldía y nostalgia, aunque desde una concepción festiva.
A principios de los años 90, abandonó el grupo por problemas de salud y retomó su carrera algunos años más tarde con otra banda a la que llamó The Popes. Aunque registró tres discos que tuvieron buena aceptación por su figura ya mítica, no tuvieron sin embargo el impacto de sus trabajos con su grupo original.
En 2004, MacGowan se reunió con The Pogues para continuar la leyenda aunque el deterioro de su estado de salud no permitió la continuidad de la banda.