En el mediodía de este martes se conoció la triste noticia del fallecimiento, a los 90 años, del popular locutor y conductor Cacho Fontana, uno de los grandes referentes de la radio y televisión argentina, voz inconfundible para varias generaciones, quien falleció un día después de Liliana Caldini, madre de sus dos hijas, las mellizas Ludmila y Antonella Fontana.
Actualmente residiendo en un geriátrico, Fontana había sido internado en un par de oportunidades en el contexto pandémico, en una de ellas tras contraer covid, enfermedad de la que se recuperó, más allá de que la noticia de su supuesto fallecimiento se había hecho pública el año pasado, algo que Fontana tomó oportunamente con humor.
Norberto Palese, tal su nombre real, había nacido en Buenos Aires el 23 de abril de 1932. Dueño de una voz única y privilegiada, sumando a eso unas perfectas dicción y modales, entre 1956 y 1980 fue la voz de la radio argentina y uno de los más apreciados conductores de la pantalla chica nacional.
Fontana se inició animando las noches del cabaret Chantecler y en el Tango-Bar, invitado por su compañero de trabajo y presentador Jorge Loguarro, quien se dedicó luego al teatro con el nombre artístico de Carlos Carella.
En 1950 se incorporó a la radio como locutor suplente contratado por Julio César Barton, relator de los radioteatros. Reemplazó así a Jaime Font Saravia como animador del programa El Relámpago, con Luis Sandrini y Tita Merello. De todos modos, en 1949 ya era locutor estable de Radio El Mundo de Buenos Aires iniciándose una de las más exitosas carreras en la radio y luego televisión argentinas.
En 1967 dejó Radio El Mundo por Radio Rivadavia, para integrar el equipo que transmitiría el Mundial de Fútbol de 1966 con José María Muñoz y Enzo Ardigó.
Ya en los años 70 condujo con singular éxito el Fontana show, por Rivadavia. Por razones de salud, debió dejar ese programa hacia 1973, y volvió a esa emisora en 1982, conduciendo el show noticioso Sexta edición. Al año siguiente, produjo el programa Radio reloj, por Radio Argentina, en donde se recuerda la entrevista al político Francisco Manrique, por haber emitido un fuerte exabrupto contra el general Ramón Camps, lo que culminó en el levantamiento del programa.
Su profesionalismo, la confiabilidad y su voz inconfundible hicieron que las marcas más importantes de la época se disputaran su trabajo como locutor para sus publicidades. Así Cacho Fontana le puso la voz a Odol (contratado por el padre de Susana Giménez) y el mítico Odol pregunta, uno de los clásicos de la tevé argentina. También fue la voz de Terrabussi, Piccardo, Peñaflor, Pirelli, Grafa, Tres Plumas, Yelmo y La Serenísima. Eslogans como “Digale sí” (Terrabusi), “Y péguele fuerte (YPF), “Con seguridad” (Odol) serán relacionados para siempre con su inconfundible estilo.
Entre muchos momentos relevantes y al mismo tiempo polémicos de su carrera, en 1982, el país se embarcaba en la Guerra de Malvinas y Fontana, junto con Pinky, encabezó el 8 de mayo un programa de 24 horas para recaudar fondos para los pibes que peleaban en Malvinas. “Hundieron el Belgrano y quería recaudar fondos para nuestros héroes. Fui a buscar a Pinky. Estaba en cama, enferma, se levantó y fue. El programa fue una muestra de la capacidad de dar del argentino, me apena si no salió como debía”, dijo en una entrevista.
Tras un período de concentración de su actividad en televisión, volvió a Radio Nacional en 1992 y 1993 con su Fontana show. En diciembre de 1999 regresó a la radio FM Ciudad abriendo un espacio dominical titulado El espectacular de la ciudad, un programa de comentarios, entrevistas y música dedicado al tango.
El 4 de mayo de 2019 volvió a hacer radio en Radio Nacional con Un Cacho de Nacional acompañado de su hija y su ex esposa, programa de entrevistas que se escucha una vez por mes.