Leandro Pérez, el novio de Vicky Xipolitakis, salió ayer a defender la vedette y también respondió a las acusaciones sobre sus empresas, una de las cuales está en la mira por narcolavado. Pérez es el titular de la empresa Reina Automotores SRL que la semana pasada cobró relevancia cuando la Unidad de Información Financiera (UIF) anunció que se presentaba como querellante en tres causas de narcolavado. Una de ellas es la que investiga a la banda de Luis Medina, quien fue asesinado junto con su novia, la modelo Justina Pérez Castelli, el 30 de diciembre de 2013. En ese marco, investigan al entorno de Medina y cuatro sociedades entre las que figura Reina Automotores. También investigan a las firmas Lume, Yazmín y Argon SA.
Pérez habló ayer en Radiópolis el programa que conduce Roberto Caferra en Radio Dos y desmintió los rumores que lo relacionan con Medina. Dijo que apenas si lo vio dos veces en su vida, una de ellas para venderle un coche. Pero señaló que un ex empleado suyo, Germán Tobo, se fue a trabajar con él.
Germán Gonzalo Tobo, de 42 años y domiciliado en Roldán, fue asesinado a balazos el 3 de septiembre de 2014 en la puerta de su concesionaria, ubicada en Ovidio Lagos 5175.
Recibió al menos siete impactos de bala en el cuerpo calibre 9 milímetros.
Tras la muerte de Tobo, los investigadores aseguraron que había sido empleado –otros dicen que era socio– de Medina en la concesionaria Lume, de Pellegrini al 5500.
“Tobo manejaba la concesionaria hasta el momento del homicidio de Medina, quien se lo había llevado a trabajar con él después de conocerlo en otra concesionaria ubicada enfrente. Pese a que Medina era un personaje oscuro, al menos en Lume tenía todo en regla, muy prolijo. Después del crimen de Medina, Tobo se quedó con algunos autos y siguió manejando el lugar pero empezó a recibir vehículos flojos de papeles. Después se fue por su cuenta”, aclararon tras el crimen los investigadores.
Añadieron los pesquisas: “Era un chanta con labia, que siempre tenía alguna manera de solucionarte el tema papeles, ya sea si venía flojo o si tenías que poner el vehículo a nombre de otro. Te lo solucionaba y te cobraba más. Trabajó en Reina Automotores con Lelo Pérez y después se fue con Medina como encargado de Lume”. Esta fuente explicó que este tipo de concesionaria suele tener inversionistas que ponen el capital inicial y después cobran un porcentaje mensual además de la devolución del dinero.
Un vocero de la investigación dijo que Tobo y su socio Martín G. vendían autos desde una mesa del minishop de la estación de servicios de Vuelta de Obligado y Uriburu desde antes del crimen de Medina, aunque seis meses después de que éste fuera asesinado decidieron abrir el nuevo local. “Pese a que hace mucho estaba en el rubro, sólo tenía un antecedente de 2006 por una falsificación de guarismo en un auto en que iba circulando”, añadió un investigador.
Otra fuente del caso vinculó a Tobo con el fallido emprendimiento empresarial encabezado por Medina de la franquicia Esperanto, habilitado como bar en agosto de 2012 y no como disco, que debió cerrar ante el reclamo de vecinos. En este sentido, investigadores opinaron que el homicidio pudo ser un vuelto por algún negocio que salió mal, o bien alguna cuestión pendiente de su pasado con Medina.
El apellido de Lelo, como le dicen a Pérez, también aparece en otra sociedad sospechosa, integrada por tres personas, una de las cuales cumple prisión por contrabando de cocaína. Gustavo Spadoni fue acusado y detenido en el marco de la causa Peras Blancas, que desnudó una operación que pretendía cruzar a Portugal más de una tonelada de droga camuflada en esa fruta.
“Spadoni era mi amigo, no mi socio”, aclaró ayer Pérez y contó que una vez intentaron formar una empresa de venta de repuestos con otro amigo, Repuestos Exclusivos SRL, pero el negocio jamás prosperó porque a poco de empezar a andar, un representante de marca se retiró y arruinó toda chance. Sin embargo, la empresa está inscripta y figura en el boletín oficial. Un gran amigo hasta que tuvo este problema y nos dejamos de hablar. Fue muy duro, aseguró.
Si bien remarcó que “no le golpea a la puerta a (el titular de la Afip, Ricardo) Echegaray” cada vez que está por cerrar algún negocio, realiza averiguaciones básicas que harían saltar cualquier irregularidad.
Querella
La Justicia federal aceptó ayer a la Unidad de Información Financiera (UIF) como querellante en la causa en la que se investiga el narcolavado atribuido a la llamada banda de Los Monos. Resta esperar las respuestas por las causas Delfín Zacarías y Luis Medina que tramitan en otro juzgado.
Las sociedades investigadas por la UIF
Desde la UIF informaron que en la causa Medina investigan cuatro sociedades y seis personas. La primera es Yazmin SRL, creada en 2011 por Luis Medina y su entonces pareja, Daniela Ungaro, con el fin de otorgar “préstamos de dinero propios con percepción o no de intereses y financiaciones en general, garantizando ello con cualquiera de los medios habituales en el mercado y compraventa y comercialización de automotores”. En la misma época, la pareja inscribió la firma Lumed 20/11 SRL, con el objeto de la “instalación, administración, explotación y comercialización de bar, confitería y restaurant bailable, con posibilidad de realizar fiestas, cumpleaños, espectáculos, actividades culturales y/o musicales y/o gastronómicas y/o de modelaje y realización u organización de eventos”. La tercera es Argom SRL, a nombre de Medina y Néstor Tamagno desde 2010, destinada a la fabricación, y/o comercialización, y/o importación, y/o representación y distribución de artículos de caucho y goma, maquinarias y accesorios para gomerías; reconstructoras de neumáticos, motos, bicicletas y/o de sus insumos y accesorios”. Para su funcionamiento se fijó una propiedad de Avellaneda 2430.
La cuarta sociedad investigada es Reina Automotores, conocida concesionaria de autos que funcionó hasta hace pocos meses en bulevar Oroño al 2700. Como socios figuran desde 2009 Leandro Pérez, alias Lelo, y Gustavo Pellegrini, aunque éste le transfirió su parte de las acciones a Mauricio Amoroso.
Un hombre enamorado
Sobre el escándalo que protagonizó su pareja arriba de un avión de Austral, Leandro Pérez defendió la ingenuidad de la modelo. “Victoria no sabe ni quién es (el titular de Aerolíneas Mariano) Recalde. Vicky tiene la mente de una criatura y el cuerpo de una vedette”, observó. “Ella mira Disney Channel”, sostuvo al ejemplificar el estado de inocencia de la gemela griega que no es siquiera melliza. Señaló que ella está “muy dolida” por lo que ocurrió, sobre todo porque siente que sus seres queridos la abandonaron. “No está bien, está destrozada”, enfatizó.
Xipolitakis enfrenta una causa penal por el escándalo del vuelo. En las averiguaciones preliminares intentaron dar con su domicilio pero todos los allanamientos realizados terminaron en la nada porque no vive en ninguna de las direcciones registradas a su nombre, una en San Isidro y otra en las torre Le Parc de Puerto Madero. Pérez aclaró que el departamento de Le Parc fue un inmueble que alquiló él y que usaron ambos como pareja. Desmintió también que la modelo posea domicilios en Rosario. Había trascendido que tenía celulares registrados en direcciones que, llamativamente, correspondían a un cuartel de bomberos y un terreno baldío.