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A media máquina y con parates: la industria santafesina registró una demanda energética similar al inicio de la pandemia

En marzo ese indicador cayó un 21,2% respecto al mismo período de 2023, producto de la fuerte caída en la actividad económica. El freno a la demanda y el primer capítulo de los tarifazos tuvieron impacto inmediato en las cadenas productivas de establecimientos como Acindar o General Motors

La abrupta caída de la demanda energética en la industria santafesina es un síntoma de la delicada situación que atraviesa la economía argentina. En marzo esa variable tuvo una retracción que no se veía desde el comienzo de la pandemia, con las medidas de aislamiento preventivo y comienzan a notarse el impacto del freno a la actividad en empresas como Acindar o General Motors.

El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) dio a conocer un informe en el que expuso que la demanda de energía eléctrica en industrias y grandes comercios de Santa Fe cayó un 21,2% durante marzo respecto al mismo mes del año pasado. En paralelo, el consumo residencial también mostró una fuerte caída, aunque no tan abrupta: fue del 12,8% interanual.     

Los datos tienen vínculo directo con dos situaciones. Por un lado, con el freno que está ocasionando la caída del consumo interno en las cadenas productivas del territorio nacional, incluido Santa Fe. Por otra parte, con las dificultades que generan los primeros ajustes tarifarios, que empezaron a implementarse en febrero y que ya se traducen en subas significativas. 

En diálogo con El Ciudadano, la economista del Ceso, Celina Calore, indicó: «La caida en la demana de energía eléctrica del mes de marzo tiene diversas causas, pero la recesión y baja en la actividad es uno de los principales factores que explican la fuerte caida en el rubro Industrial y de grandes comercios». 

Respecto a los casos emblemáticos de Acindar y General Motors, señaló. «La suspensión de actividades de Acindar por 30 días tiene un peso sobresaliente en la baja del consumo de energía ya que la demana de esta empresa representó el 17% de la demanda total de energía entre las industrias».  

Dos casos emblemáticos

Los registros de marzo relevados por Ceso, coinciden con el freno dispuesto por establecimientos emblemáticos en territorio provincial, específicamente en Rosario y alrededores. Es el caso de Acindar, con base en Villa Constitución y planta en la ciudad, pero también el de la automotriz General Motors, que puso el freno de mano en más de una oportunidad este año.  

En su momento, luego de la decisión, desde Acindar señalaron que el parate de un mes dispuesto a inicios de marzo respondía a una caída del 40% de la demanda. Pero además de lo que ocurre dentro de este establecimiento, hay que tener en cuenta el efecto dominó que genera en otras actividades de la zona que están estrechamente vinculadas a la actividad de la emblemática siderúrgica. 

A mediados de abril retomaron la actividad y desde la firma aseguraron que están buscando alternativas para compensar la caída de las ventas en el mercado interno. En ese sentido, mencionaron que están trabajando para mejorar aún más su competitividad y que se encuentran en la búsqueda de nuevos mercados de exportación para sus productos.

Por su parte, la planta de General Motors ubicada en Alvear también hace equilibrio entre el normal funcionamiento y el cierre intermitente. Hace algunos días anunciaron un nuevo parate y la apertura de retiros voluntarios. Con una baja de 23% en la producción durante este primer trimestre, producto de caídas en las ventas y en las exportaciones, el sector automotor es uno de los más complicados por el freno en la actividad económica.

El capítulo tarifario

Cabe recordar que en marzo los comercios e industrias de la ciudad y la región comenzaron a recibir las primeras tarifas de luz sin subsidio nacional y reportaron incrementos que rondan el 100% respecto a las boletas anteriores. Se trata de la primera parte del impacto sobre este sector, ya que aún no se facturó la totalidad con aumento y los meses por delante restan ajuste de la EPE.

Hace algunas semanas, en diálogo con El Ciudadano, el presidente de la Empresa Provincial de la Energía, Hugo Marcucci, detalló los motivos de estos importantes ajustes en las boletas. Explicó que las modificaciones se dieron en el costo de energía que le corresponde a Nación, donde se dio una quita total de subsidios para las pequeñas demandas no residenciales (contempla a comercios e industrias) y donde además tuvo fuerte impacto la devaluación del 100% de diciembre, ya que el costo de energía de origen se mide en dólares.

Industria en retroceso

Un informe reciente de la consultora Orlando Ferreres reveló que la actividad industrial en marzo cayó 12,8% en forma interanual y 1,8% frente a febrero. Detallaron que el resultado tuvo que ver con una caída generalizada en la industria manufacturera, con preponderancia en la producción orientada a bienes de consumo durable.

Los sectores con las mayores caídas anuales fueron Maquinaria y equipo (-28.2%), Metálicas básicas (-39,1%), y Minerales no metálicos (-39,7%).

En contraste, el único sector que mostró un nivel de actividad mayor al de hace un año fue el alimenticio, impulsado por la molienda de oleaginosas, lo cual responde a la mejora en la cosecha y a una base de comparación deprimida por la sequía de 2023.

“Hacia adelante no vemos que la industria haya alcanzado aún un piso, y podríamos ver cifras aún más negativas en los meses venideros. El eventual cambio de tendencia podría suceder en la segunda mitad del año, si el ordenamiento de la macro es exitoso y da lugar a políticas expansivas”, alertó el estudio.

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