Una nueva jornada del juicio oral contra Diego Panadero Ochoa se llevó adelante en Tribunales. El testigo principal de la defensa fue Carlos Beto Godoy, actualmente condenado como coautor del homicidio de Roberto Pimpi Caminos. También fue el único, ya que tras su declaración el defensor Ignacio Carbone desistió del resto de los testigos. Betito Godoy declaró bajo promesa de decir la verdad. Reconoció su vínculo con el ex mandamás de la barra, sostuvo que al igual que el Panadero era un referente de la hinchada y agregó que desde la muerte de su padre – cuando Godoy tenía 10 años– se volvió un rebelde y nadie lo manda. Mientras tanto, en el pasillo esperó Tato Caminos para declarar, lo que finalmente no ocurrió aunque no dejó de dar su punto de vista ante la prensa. Lamentó no poder declarar, dijo que espera una sentencia en el caso de su hermano y aclaró que si le pasa algo “son ellos. Yo no tengo enemigos”.
Este lunes la Fiscalía, a cargo de Luis Schiappa Pietra y Nora Marull, examinó a su último testigo. Un comisario que en 2013 estaba a cargo de la jefatura de pericias informáticas. Habló de tres documentos que confeccionaron sobre el análisis de aparatos celulares y computadoras. De ello surgió una serie de mensajes de texto y fotografías extraídas de una computadora. En una de ellas se ve a Maximiliano Quemadito Rodríguez junto a otras personas portando armas.
El fiscal le hizo leer al testigo algunos de los mensajes y lista de contactos del celular, y entre ellos figuraban: Beto, Chapita, Chivo, Manza, Marisol, Priscila, Tiqui, entre otros. Tras ello la defensa hizo leer otros textos vinculados al pedido de entradas de diferentes personas y citó el texto enviado a dos jugadores de renombre del plantel de NOB donde se le pedían camisetas después de un partido y hablaban sobre el recibimiento de la tribuna a los jugadores.
Tras ello, el defensor solicitó por una cuestión de estrategia procesal que declarara Carlos Godoy. Su llegada se esperó por unos quince minutos e ingresó esposado. Con remera blanca, afeitado y prolijamente peinado se sentó en el estrado como testigo. Betito dijo conocer a Caminos de la cancha. Y a Ochoa porque fue pareja de su hermana, además tenía una relación por la parcialidad que representaban en Newell’s. Sostuvo que era referente de la zona oeste y sur, y Ochoa de su barrio. Explicó que se encargaban de dar las entradas a las personas que iban con él y se aseguraban de que dentro de la cancha no hubiera disturbios.
Sostuvo que a Caminos lo conocía de mucho antes que a Ochoa y afirmó que sus diferencias con Pimpi venían porque sus amistades no se llevaban bien con Caminos. “Hablé con él, le dije que no era de su hinchada y que no me manejaba nadie. Así fue mi diferencia con Caminos”. Beto sostuvo que las discrepancias con el antecesor de Ochoa empezaron porque Caminos quiso manejarlo. “Las discusiones que tuve con él –por Pimpi– fueron porque él no era hincha de Newell’s, era hincha de River”. Luego agregó que incluso Caminos tenía un tatuaje que se tapó con otro.
Godoy dijo que en el juicio al que fue sometido como autor material del crimen, hace 5 años, “me condenaron sin saber quién fue el autor material. Cuando se murió mi padre yo me volví rebelde. A mí no me maneja nadie pero no sé porque lo acusan a él – por Ochoa– por el lado mío”. Y agregó que en esa causa hay otros dos condenados –en referencia a René Ungaro y Emanuel Suárez – que no tienen vínculo con el Panadero.
Tras ello dijo que Priscila es su mujer, que era amiga de la pareja de Ochoa y que trabajaba en su casa cuando la nena de Ochoa estuvo internada muy grave con muchos problemas de salud y por eso le pagaba un sueldo. Cuatro días antes de su detención hizo referencia a un incidente que se produjo en la cancha cuando una persona lo tomó del cuello por la espalda mientras charlaba con un grupo de personas. “No me dijo que era policía, se generó una discusión con las personas que estaban conmigo, los chicos intervinieron y vino Diego y dijo que eran policías, que no les pegue y paró a los pibes”.
Godoy dijo que luego llamó a su abogado para que averiguara qué pasaba y se presentó en el juzgado.
Cuando fue el turno del fiscal Schiappa Pietra, le mostró una foto donde se ve a un hombre con un arma en el paravalancha. Betito dijo que “un juez ya dictaminó, dijo que no era y creo que tiene capacidad suficiente”, afirmó. Luego dijo que René Ungaro podría haber conocido a Ochoa pero no tenían relación.
Y ejemplificó: “Como yo conozco a la fiscal Marull o a Pablo (un sumariante de la causa). A Marull la recuerdo porque cuando tuve el juicio educadamente saludé a los jueces y también a la fiscal y me denunció que la había amenazado. Y a Pablo porque cuando estaba como secretario del juez Javier Beltramone me exhibía fotos de la hinchada que nunca abandona y me dijo que él era parte”, relató.
“Soy hincha desde que nací, viajé a todos lados, por eso conozco mucha gente”, dijo. Y agregó que Caminos vivía a la vuelta de la casa de su mujer. Y que a Tato lo conoce por haber conversado en los bailes. Después de una declaración que le mostró el fiscal dijo que nunca le pidió entradas a Pimpi, sí a Tato. “A Pimpi nunca le pedí una entrada, eso lo dijeron en el juicio Maira y Rosa –hermanas de Caminos –, la verdad no sé porqué lo dijeron, pasaba todos los días por ahí, pasaba, los saludaba y ya te dije, soy hincha de Newell’s, no compartía con ellos. Porque cuando mataron a los pibes de River dejó tirado a los pibes de Newell’s”, agregó Betito.
Tras su declaración, Carbone desistió del resto de los testigos que había presentado.
Finalmente quedó en duda la transmisión de filmaciones vinculadas a la cancha, en ellas la defensa quería demostrar que las personas que rodeaban a Ochoa no eran las que le achaca la Fiscalía, aunque finalmente este material no se pudo trasmitir por una cuestión técnica. Esta circunstancia quería ser aprovechada también por la Fiscalía para introducir otros testimonios, entre ellos el de Tato Caminos, pero ello no fue posible. Hoy tendrán lugar los alegatos.
Tato en el pasillo
Al terminar la jornada Tato, hermano de Pimpi, se enteró de que finalmente no va a declarar en el juicio donde su hermano fue víctima. “Yo estoy viendo que la palabra de un Camino no tiene credibilidad” dijo con angustia. Y agregó que su hermano se rodeaba de mucha gente “y mirá quién está hoy, estoy yo, mi hermano ayudó a mucha gente”.
El hombre sostuvo que lamentablemente, para algunos se mató a una lacra. Sostuvo que lo condenaron a 4 años y 8 meses porque lo acusaron de romper vidrios –en referencia a un intento de copamiento en el club NOB en enero de 2009 tras la pérdida de las elecciones por parte de Eduardo J. López–. “Y por matar a mi hermano le piden 17 años”, agregó. Tato se preguntó porqué no hablan de las otras muertes, ya que según su evolución no es sólo la de su hermano y nombró algunas víctimas de homicidio.
A Tato lo citaron a declarar el lunes pero no fue ubicado y la Fiscalía lo desistió. El hombre explicó que no vive más en el barrio y que no estaba en la provincia cuando empezó el juicio. Cuando se enteró por los medio regresó y se presentó espontáneamente pero su testimonio ya no pudo introducirse. “Es mentira que mi hermano tuviera problema con los Ungaro (por René, condenado por el homicidio junto con Betito), se conocen de toda la vida, no hubo problemas por drogas o barrial”, aseveró. Tato circunscribió el problema a la hinchada y sostuvo que la entonces jueza federal Laura Cosidoy dijo que Pimpi nunca estuvo investigado por drogas. Y agregó que la vez que hubo un incidente con Chapita Ungaro (hermano de René) en la puerta de un boliche en Santa Fe y Presidente Roca, su hermano se metió a defender un pibe, refirió. Tato sostuvo que Ochoa y Godoy eran amigos y “esto se venía gestando”, y agregó que “para llegar a una hinchada tenés que organizarte. El padre del Quemado habló con conocimiento”, y agregó que las diferencias que tuvieron fue cuando la torta no se repartió, a lo que se sumó la muerte de su hijo. Y aclaró que antes estaban todos juntos.De todos modos estas declaraciones no están judicializadas.