Con la llegada de un nuevo año se renovarán los objetivos de los clubes de la ciudad. En el caso de Central la cuestión tiene que ver con rearfirmar una obligación, volver a Primera división. Mientras que Newell’s, sin apremios en los promedios, debería intentar ir por un objetivo más ambicioso que participar de copas internacionales sin mayores expectativas. En ambos casos, la contratación de refuerzos es un trámite impostergable que no admite yerros.
NEWELL’S: Antes del inicio del pasado torneo Apertuta, Roberto Sensini solicitó a Hernán Rodrigo López para ocupar el hueco que dejaba Boghossian. Por entonces el delantero que finalmente recaló en Estudiantes fue cotizado en 500 mil dólares, una ganga por estos tiempos, pero imposible de pagar por Newell’s y sus apremios económicos heredados. Entonces llegaron la Pulga Rodríguez, el voluntarioso Borghello y Taborda, a secas. El resultado es claro, entre los tres marcaron dos goles en todo el torneo. Mientras López en Estudiantes anotó 4 en 123 minutos, por haber estado casi todo el torneo lesionado.
No pueden volver a fallar, si se pretende pelear con seriedad.
CENTRAL: Ya lo tiene a Vismara, pretendido por Héctor Rivoira, de buena participación en el ascenso de Chacarita, pero mala perfomance en Primera división, y casi nada en su paso por Italia. Buscan a Raymonda, Rivarola y Altobelli, por ahora son sondeos. Recuperar al Kily y Figueroa es perentorio para las aspiraciones inmediatas. Encontrar seguridad en el fondo, y equilibrio en el medio serán insipensables para aspirar a más. Llegaron 13 jugadores desde la desesperación de una Comisión Directiva nueva y un Mostaza Merlo atemorizado por lo que vendría, salvo un rato de Medina y el Kily es resto fracasó.
No pueden volver a fallar, si se pretende volver a la A.