Rosario a pedal. Hoy a las 11 frente al museo Juan B. Castagnino, en el límite del parque de la Independencia se pondrá en marcha la primera prueba de “Mi bici, tu bici”, el primer sistema público de alquiler de bicicletas de la ciudad. Según se adelantó, allí, en avenida Pellegrini y bulevar Oroño, se darán los detalles del funcionamiento de las dos primeras estaciones de la red, que tendrá rodados para abastecer a 200 usuarios habilitados para subirse a pedalear. Como el logo actual de la Municipalidad, las bicicletas están pintadas de un inconfundible color naranja, y el abono del alquiler se pagará con la tarjeta sin contacto, de las cuales buena parte tienen indéntico tono.
Los bicicleteros y las unidades estaban prestos ya desde la tarde de ayer en el lugar donde hoy funcionarios municipales informarán los detalles del funcionamiento de las dos primeras estaciones automatizadas de la red, con las que se dará inicio al período de prueba del sistema. Esta etapa posibilitará el uso sólo a los usuarios habilitados que testearán el funcionamiento del sistema previamente a la apertura a todos los ciudadanos.
A partir de allí, el Sistema de Bicicletas Públicas «Mi bici tu bici» será una alternativa más de la red de transporte público, basada en el alquiler de bicicletas, en el cual una persona suscripta puede extraer un vehículo, realizar un viaje y devolverlo en otro punto del sistema cercano a su destino. El abono se realizará con la tarjeta sin contacto, que –obviamente– deberá estar personalizada para poder usarse.
“Este sistema de alquiler brinda a la ciudadanía la opción de contar con un modo de transporte de recorrido variable y personalizado, complementario al sistema del transporte urbano de pasajeros”, se entusiasmaban ayer desde la Municipalidad.
También adelantaron que, a partir de hoy y durante los próximos meses el sistema se irá ampliando gradualmente hasta contar con 18 estaciones “distribuidas en lugares de intenso uso público”, donde habrá 480 bicicletas para alquilar. Para hacerlo se requerirá una suscripción, con la que se obtendrá el alta en el sistema, que podrá variar en duración siendo de tipo ocasional o de uso frecuente, mensual o anual.
Con todo, el acto de hoy cristalizará un largo proceso que comenzó con propuestas de distintas institciones volcadas en el “Pacto de la Movilidad” acordado un lustro atrás. El sistema fue propuesto por un mensaje de la Secretaría de Servicios Públicos municipal, al que Concejo Municipal dio tratamiento y aprobación en diciembre de 2012. Ahora, la concreción del proyecto es el resultado del proceso licitatorio que comenzó en 2014 con la compra de las 480 bicicletas que tendrá el sistema, adquiridas mediante un remanente del préstamo no reembolsable del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (Birf) que se canalizó a través del Proyecto de Transporte Urbano para Áreas Metropolitanas de la Nación (Ptuma). Es decir que el sistema no representa costo alguno para los contribuyentes rosarinos.
El proceso finalizó con la licitación para la provisión del sistema automatizado, que se adjudicó a finales del año pasado la sociedad argentino-brasileña que formaron las compañías Movilidad Inteligente SA y Serttel Ltda.
A despejar las bicisendas
Ciclistas de la ciudad vienen denunciando permanentes infracciones de motociclistas y automovilistas en las bicisendas: según relevaron días atrás miembros de la ONG Rosario en Bici –rosarioenbici.com– en la ciclovía de avenida Pellegrini llegaron a pasar 62 motos en una hora –el pico máximo– por el espacio que está habilitado sólo para el uso de rodados a pedal. Como resultado de la denuncia, el jueves se montó un operativo de control sobre la avenida: se labraron 32 actas por la infracción y se remitieron 18 motos al corralón, por otras.
Esta semana, y a raíz de los reclamos, la Secretaría de Control y Convivencia comenzó a realizar controles en las bicisendas. Las denuncias públicas se venían acumulando, muchas con fotografías, en el perfil en Facebook de Rosario en Bici. Allí, los ciclistas acumularon también sus quejas por un siniestro protagonizado por una motocicleta que invadió la ciclovía de Pellegrini. Los integrantes de la ONG explicaron que este tipo de invasiones “es frecuente” y que el respeto a la senda, aunque esté marcado con banda sonora “es casi nulo”. Al respecto, el Secretario de Control y Convivencia, Pablo Seghezzo, explicó que el objetivo de los controles es “erradicar la mala costumbre de invadir el espacio”.