Un año sin grises fue el que tuvo Central adentro de la cancha. Es que el Canalla pasó de tener un pésimo primer semestre a terminar el segundo en el grupo de equipos que pelean el campeonato, más allá de que su objetivo de máxima sea engrosar el promedio.
De menor a mayor sin dudas fue este 2019 para los de Arroyito. La primera parte fue para el olvido. No pudo aprovechar en nada el título que logró en diciembre de 2018 e hipotecó su permanencia en la máxima categoría tras hacer una flojísima campaña en la recta final de la Superliga pasada.
Claro que la cosa terminó de buena manera. Los partidos ganados sobre el final del año le dieron aire en los promedios y llevaron al equipo a una zona de privilegio de cara a lo que vendrá a partir de ahora. Encima terminó de coronar el buen segundo semestre con el regreso de Marco Ruben, un “refuerzazo” de cara al 2020.
Los primeros seis meses fueron para el olvido. Es que adentro de la cancha hizo todo mal y las decisiones que se tomaron en consecuencia del mal rendimiento deportivo no generaron soluciones inmediatas.
En cuanto a los entrenadores, el Canalla tuvo tres en los primeros meses del año. Todo comenzó con Edgardo Bauza, el técnico que había sacado al club campeón después de más de dos décadas. Al Patón no le salió nada de nada, los refuerzos que solicitó no anduvieron y el equipo dio lástima en los partidos que disputó bajo su conducción. Luego vino la arriesgada decisión de apostar por Paulo Ferrari y salió mal; después fueron a buscar a Diego Cocca pero hubo que esperar hasta el segundo semestre para ver un cambio en el equipo.
Un solo partido de los once que jugó en el campeonato argentino, lo que provocó que cayera drásticamente en la tabla de promedios; eliminado en los 32avos de final de la Copa Argentina ante el limitadísimo Sol de Mayo; final perdida ante Boca; eliminado en la primera fase de la Copa de la Superliga; cuarto en su grupo en la Copa Libertadores. Un semestre para el olvido; o muchos estarán en la vereda de que el Canalla tuvo unos primeros meses de 2019 para no olvidar, ya que repetir todo lo malo que le pasó podría significar una debacle deportiva inconmensurable.
El largo receso por la Copa América, más la llegada de los refuerzos, hizo que el arranque de la segunda parte del año sea inmejorable. Dos de dos con buenas actuaciones individuales y en líneas generales un buen desempeño colectivo. Claro que si bien el semestre terminó siendo bueno el equipo tuvo altibajos. La mala racha comenzó con la venta de Maximiliano Lovera, el joven delantero fue transferido debido a apremios económicos cuando ya se habían disputado cuatro fechas del torneo. A Cocca le costó muchísimo tiempo reemplazarlo. Pero la ida del formoseño al fútbol griego lejos estuvo de ser el principal motivo del bajón. Es que el equipo, más allá de que mereció algo más, ingresó en un desorden futbolístico alarmante y algunos referentes bajaron su nivel de manera considerable.
La empresa se hizo difícil: 7 sin ganar y dos derrotas consecutivas. Ahí llegó el momento cumbre del cambio, Cocca se puso plazo, modificó las formas y uno o dos nombres. El equipo le ganó a Godoy Cruz, venció a River en el Monumental luego de 22 años, goleó a Aldosivi, empató en Santiago del Estero y se despidió con triunfo en casa ante Boca. La cosecha de 13 puntos de 15 posibles lo alejó en la tabla de los promedios dejando por debajo a 6 equipos, y en la de posiciones finalizó la primera parte del certamen a cuatro del líder Argentinos.
Y antes de que termine el año volvió Marco Ruben. Tras su paso por Atlético Paranaense, el goleador será sin dudas el gran refuerzo que tendrá Cocca para encarar la primera parte del 2020. Lo seguro es que será por seis meses, tal cual lo manifestó el jugador en su segundo regreso al club de sus amores.
De menor a mayor, así fue el año que tuvo el Canalla. Central tuvo un 2019 donde la tranquilidad en lo deportivo sólo se presentó en la última parte. Por lo hecho en la actual Superliga, el año termina con una mueca de alegría en la cara de los hinchas donde hay varios que se permiten hasta ilusionarse con algo más grande que pelear por la permanencia en las siete fechas que quedan y que le darán inicio a la competencia del 2020.