Sergio Rossi (*)
En 1918, mucho antes de volcarse a la política, Raúl Scalabrini Ortiz publicó desde el Centro de Estudiantes de Ingeniería un texto de apuntes: «Errores que afectan a la taquimetría”. Supongo que habrá sido cosa de él, por alguna especie de orgullo burlón, consignarlo siempre junto a su prosa poética de «La Manga», «El hombre que está solo y espera» y sus obras políticas. Pero algo de política ha de tener.
En topografía, la teoría de errores distingue entre los accidentales o aleatorios y los sistemáticos. Éstos, los sistemáticos, afectan una medición siempre en el mismo sentido. Suele deberse a un defecto del instrumento o alguna falla en la manera de proceder o de mirar del observador. Ejemplo clásico es el de una cinta métrica que se estira, y que cada vez que se usa muestra 100 metros cuando en realidad se aplicó sobre 101 metros. Otro es medir ángulos sin alinear bien objeto, mira y graduación. Quien mide debe estar atento, y en ocasiones compensar cada vez la diferencia aparente.
Las matemáticas son más simples que la política pero vale la enseñanza.
Hay gente humilde y gente de clase media cuya forma de mirar y valorar le impide, a veces, percibir el error sistemático que la perjudica.
Hará bien quien sospeche que un gobierno vendepatria de gerentes y oligarcas millonarios se equivocará sistemáticamente a favor de sus propios, reducidos y mezquinos intereses.
Un famoso filósofo mexicano decía: «Fue sin querer queriendo».
(*) Militante peronista