Como si algo le faltara a la convulsionada realidad de Newell’s, anoche aparecieron pasacalles en las inmediaciones del estadio con clara animosidad política. La Lepra no pasa por un buen momento futbolístico y las finanzas tampoco están holgadas, por lo que el ánimo no es el mejor. Ante esto, ya comenzaron los movimientos políticos. Seguramente el duelo de hoy y su resultado final ante Temperley también será terreno para tranquilizar o exacerbar las críticas.