Para migrar al software libre, nada mejor que Rosario Norte. En la vieja estación de Aristóbulo del Valle 2734, hoy, desde las 14 y para celebrar el Día Mundial de la libertad del Software el Grupo de Usuarios de Software Libre de Rosario desplegará una serie de actividades que incluyen conferencias, talleres y la instalación de GNU/Linux en las computadoras de quienes quieran tener el sistema operativo libre: con sólo acudir a la cita con su CPU o computadora portátil bajo el brazo, se llevarán “instalada y funcionando” –además legalmente y sin pagar un centavo, a menos que quieran colaborar voluntariamente– alguna de las distribuciones de la pieza que usan entre el 78 y el 89 por ciento de las 500 mayores supercomputadoras del mundo.
GNU/Linux, con sus distintas aplicaciones que cubren todos los usos que puede tener una computadora –diseño gráfico, edición de fotografías, imagen y sonido, procesamiento de texto, audio y video, navegación por internet entre muchos– es el sistema operativo alternativo que desarrollaron el programador estadounidense Richard Stallman, el programador finlandés Linus Torvalds, miles de fundaciones y cientos de miles de desarrolladores independientes dispersos por el mundo, que desde hace ya más de tres décadas vienen creando las miles de piezas que componen el sistema operativo.
Lo que hoy es GNU/Linux viene de dos vertientes: el desarrollo de un conjunto de instrucciones para que funcionaran en lo que entonces eran computadoras “chicas” que comenzó a hacer en forma prácticamente personal Torvalds en 1991 y una corriente más antigua que había comenzado a empujar, también en forma personal, Stallman en 1983: el Proyecto GNU.
El “gurú” que se formó originalmente en el Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) rompió lanzas tempranamente con la corriente general de la informática que hizo multimillonarios en pocos meses a un selecto grupo de jóvenes, y lo sigue haciendo hoy día.
En cambio, Stallman avanzó hacia la creación de un sistema operativo totalmente “libre”. Y con esa meta creóla Free SoftwareFoundation, organización sin fines de lucro que desarrolló la arquitectura legal que lo hizo posible: el “copyleft” –en oposición al copyright– y los preceptos planteados enla Licencia Generaly Pública (GPL). Es un complejo sistema de protección de la propiedad intelectual de los desarrolladores de piezas de software, que por primera vez protegía también a quienes las usaban.
Aquella filosofía fue generando adeptos en todo el planeta, y el Movimiento del Software Libre, como se lo conoce, tiene también sus bases locales: Lugro en Rosario, Lugli en Santa Fe y Lugcos en el centro oeste de la provincia son algunas de las organizaciones basadas en el voluntariado que acompañan el proyecto global.