Franco Scala
“Queremos que los rivales vuelvan a sentir lo que sentían en años anteriores cuando venían a Rosario. Sentían que era imposible ganar en cancha nuestra, los pasábamos por arriba jugando bien”, fue una de las frases que dijo Ricardo Lunari luego de ganarle a Tigre en el Coloso. Ese fue el primer partido de Cadi al frente de la Lepra.
Tras el empate increíble con Riestra, Newell’s vuelve a presentarse en el Coloso ante su gente. Recibe este sábado, a las 17.30, a Lanús, un rival que últimamente le sienta bien. Eso sí, dirige el polémico Fernando Espinoza y todo puede pasar.
Lunari pidió que de local el equipo rival sienta la presión. Pero para eso la Lepra debe aceitar su juego. Ante Riestra fue efectivo con el pibe Silvetti, pero tuvo horrores defensivos que le arrebtaron un triunfo seguro. Ahí apunta el DT para volver a darle una alegría a su gente. Que la defensa vuelva a ser confiable es vital para encarar un buen camino en lo que resta del torneo.
La Lepra tendrá dos bajas sensibles. No estarán ni Ever Banega, ni Rodrigo Fernández Cédres. Sus reemplazantes no están confirmados, pero los candidatos son Gabriel Carabajal y Juan Ignacio Méndez. Con esos nombres la idea del cuerpo técnico a rodear a los pibes (Tomás Pérez y Mateo Silvetti) con jugadores de experiencia. Puede resultar riesgoso poblar la mitad de cancha con muchos juveniles porque en prinicpio la idea era incluir en el once titular a Valentino Acuña y Pablo Altamirano.
Enfrente estará el irregular Lanús que dirige el Ruso Zielenski. Que por un lado está entre los cuatro mejores de la Sudamericana y por el otro hace 7 juegos que no gana por la Liga Profesional. Además, de los últimos diez enfrentamientos, Newell’s ganó 8, otro fue empate y el restante triunfo del Grana.
Newell’s tiene la enorme chance de darle el gusto a Lunari. Jugar bien en el Coloso y ganar. Esa es la premisa principal para empezar a acomodar los patitos y que le permita seguir en la lucha por una plaza copera.
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