Cables que no soportan la corriente que pasa por ellos, transformadores que explotan, aparatos de maniobra averiados por excesiva carga y los consiguientes cortes de energía eléctrica –imprevistos o programados– le hicieron saltar la térmica a los usuarios del servicio, que pusieron el foco en la falta de adecuación de la infraestructura a la creciente demanda y el previsible pico en épocas estivales. Este miércoles, la Empresa Provincial de la Energía admitió una sensible subejecución de presupuesto asignado para el año con destino a obras y nuevos equipos. Sin embargo, lo justificó en los inconvenientes derivados de la pandemia, que alargaron los tiempos estipulados, fue el argumento, y en factores económicos como la inflación que resultaron en baja o renegociación de licitaciones.
El director de la empresa provincial, Mauricio Caussi, fue quien puso la cara, y los argumentos, antes las quejas por las deficiencias del servicio.
La prestadora reconoció que, a septiembre último y desde enero anterior, apenas había invertido el 34.6% del presupuesto asignado para equipos. En ese lapso, a la vez, había recaudado el 79% de lo estimado para todo 2021.
“Puedo confirmar que este año habrá subejecución. Será menor a la cifra de septiembre porque en el último trimestre logramos acelerar inversiones”, concedió Caussi en una entrevista de Radio2.
El funcionario arguyó que el cuadro es mejor que en 2020, cuando en igual período se habían destinado 1.422 millones de pesos para renovación o incorporación de bienes de uso contra 2.620 millones este 2021. Un aumento mayor que la inflación, pero exiguo en relación a lo facturado: la tercera parte.
“Es cierto que nosotros subejecutamos, pero porque no hacemos el truco que hacían gestiones anteriores de proyectar menos inversiones así no quedaban como que subejecutan. Nosotros, en cambio, sí queremos invertir y no escatimamos en las proyecciones. Y estamos invirtiendo fuerte en Rosario. En nuestra gestión llevamos invertidos 6.000 millones de pesos en la ciudad”, terció Caussi ante la radio rosarina.
A la hora de las justificaciones, el responsable de la EPE mencionó “las dificultades operativas por el covid”. En particular, dijo, “en el primer semestre del año hubo mucho personal infectado y también muchos aislados y se complicó la operatoria». En ese aspecto, avisó, no habrá mejora: «Ahora, en este fin de año, tenemos a 50 compañeros y compañeras aisladas”.
Personal afectado por la pandemia pero en una planta laboral incrementada, de acuerdo a los registros oficiales de la empresa, que son públicos. A la prestadora ingresaron 180 empleados desde el inicio del año hasta el 10 de diciembre último.
Otra de las justificaciones dada por Caussi para la subejecución presupuestaria, una de las causas de los apagones actuales, es la de la devaluación del peso y la inflación en dólares. Eso, señaló, incrementó los valores de las obras licitadas, que en algunos casos decidieron dar de baja por los altos precios cursados por los interesados y en otros obligó a renegociaciones trabajosas.
“Cuidamos el presupuesto de la EPE. Había ofertas presentadas que no se podían convalidar. Tuvimos que retrabajar los presupuestos con los proveedores para que no se caigan las licitaciones de bienes y equipos. Y no porque hayan querido aprovecharse sino porque es un sector de costos dolarizados muy expuestos a los vaivenes del tipo de cambio. Todo ese trabajo de gestión demora el proceso de inicio de obras”, explicó el directivo.