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A un año de Qatar, salió «Querido Gino», el libro de Ayelén Pujol a su hijo «para amar el fútbol»

La periodista, autora de "Qué Jugadora" y "Barriletas Cósmicas", sale a la cancha con una idea de juego distinta: el formato de cartas en las que vuelca el amor, los miedos, las alegrías y las tristezas con el fútbol como guía

Maternar mientras se trabaja, se juega al fútbol y se es campeona del Mundo. Ayelén Pujol invita a sumergirse en su mundo, que puede ser el de muchas y muchos, en un formato de cartas agrupadas en un libro. “Querido Gino: Cartas para amar el fútbol, de una madre a un hijo”, resume en 22 escritos lo vivido por muchos argentinos durante la obtención de la Copa del Mundo en Qatar 2022, los festejos masivos en las calles de todo el país y la manera de transitar el fútbol en suelo argentino. Las cartas dirigidas a su hijo Gino acompañan, son refugio, y capitulo tras capitulo retratan un mundo futbolero en el que nadie se salva solo, se construye en comunidad y se gritan goles para toda la vida. Hay nostalgia y juego, recuerdos de una familia -y sociedad- en la que el momento de reunión era mediante una pelota, en la calle, en el barrio. Deseos de una madre para que su hijo pueda vivir a través de sus palabras lo que significa el deporte más popular del mundo y que en un futuro la elija en el pan y queso, “por lo menos hasta la edad en la que sea un quemo elegir a tu mamá para jugar”.

“Querido Gino” es el tercer libro que escribe la periodista Ayelén Pujol. La autora de “Qué Jugadora. Un siglo del fútbol femenino en Argentina” y “Barriletas Cósmicas” salió a la cancha con una propuesta innovadora, con un formato distinto: cada capítulo es una carta dirigida a su hijo desde el momento en el que se enteró que iba a maternar. El fútbol y la obtención de la Copa del Mundo por la Selección Argentina guían el relato.

“Fui haciendo anotaciones, a veces en cuaderno, a veces en un chat de whatsapp conmigo misma que se llama `cartas para Gino´, a veces en algún papel suelto”, contó Pujol sobre el proceso de escritura de las cartas que se transformaron en un libro editado por “Fútbol Contado”, una editorial independiente.

“Labure fragmentado, como todo cuando sos madre y no tenes tiempo. Durante el Mundial escribí las cartas que salieron publicadas en El País, pero que fueron ampliadas para el libro. Después hubo un trabajo final de armar todo, de estructurar, organizar, ampliar, pulir, corregir”, explicó sobre la edición, que contó con el trabajo de José Esses y también Francisco Clavenzani, de la editorial Fútbol Contado.

La primera carta que recuerda haber escrito fue cuando era una niña, en el jardín de infantes, y en una actividad que implicó una suelta de globos. De grande, decidió replicar ese formato, que defiende y justifica, para escribirle a su hijo: “En tiempos de inmediatez y de que todo desaparece rápido, del fin del papel o lo impreso, en tiempos de pantallas y archivos, me parecía algo que iba en contra de todo eso”.

La idea de hacerlo libro se consolidó cuando el combinado dirigido por Lionel Scaloni y encabezado por Lionel Messi levanto la Copa del Mundo.

“Ser campeón del mundo es un hecho excepcional en la vida de una persona. No sucede muchas veces y como Gino tenía dos meses pensé: le tengo que dejar todo esto de alguna forma, mirá si no le vuelve a pasar”, afirmó.

El formato fue una elección tomada a conciencia: “Me hace mal que perdamos muchas de esas costumbres lindas. Escribir en papel, eso de mandar carta, escribirla, pensar lo que se quiere decir, que la persona la reciba y la pueda tener ahí para volver a leer cuantas veces quiera. Hay algo de lo íntimo que en una carta no es perecedero”

Es el registro de un tiempo también, de un momento histórico, de una vida en ese momento, de esos deseos. Creo que hoy en día (y en tiempos de ajuste) lamentablemente nos ajustamos en términos de comunicación a la hora de los vínculos. Nos respondemos emojis o fueguitos por Instagram, ya ni usamos palabras. Y para mí la palabra, las letras, las historias, los sentimientos son tan pero tan amplios y complejos que no hay simbolitos, dibujitos, caritas o stickers que puedan abarcarlos”

Ninguna de las 22 cartas que van de la semana 0 de embarazo al año de Gino es elegida por la autora como “la preferida”. “La idea fue hacer algo auténtico, sin caretas, en todo sentido, desde la alegría de un Mundial, pero también de las contradicciones de la vida. Los vaivenes en el vínculo de su papá y su mamá, lo difícil de la maternidad, contarle a su mundo familiar con las complejidades, los blancos y los grises. Creo que no es un libro romantizado”

También es un libro para “hablar de una ideología, de paradigmas”. Pujol afirmó: “Hay una contradicción ahí en el deporte que amamos, porque creo que la expresión hiperprofesional que vemos y que seguimos, el fútbol de primera, la selección, nuestro club, el capitalismo es salvaje, que no es lo que queremos, pero sin embargo ahí estamos, empujando para que gane el equipo que queremos que gane”.

«Querido Gino» no romantiza la maternidad, pero tampoco el fútbol: “El fútbol es la excusa para hablar de los temas de la vida, los amores, los desamores, las frustraciones, eso de perder, de ganar”.

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