Hoy se cumple un año de la implementación de la primera etapa de carriles exclusivos en el microcentro de Rosario, que, en una segunda fase, se extendió a dos corredores más sobre mitad de 2012. En su primer aniversario, la Municipalidad de Rosario calificó como muy positivos los resultados alcanzados por los corredores y destacaron que se pudo cumplir con los objetivos iniciales de la medida: favorecer la movilidad, priorizando el transporte público de pasajeros y ordenando el tránsito en el microcentro y centro de la ciudad. El principal logro, aseguraron, es el alcance de la medida. Según la interpretación oficial, los carriles benefician a más de 370 mil usuarios por día, mejorando los tiempos de viaje del Transporte urbano de pasajeros, las velocidades promedio, y reduciendo el índice de accidentes, entre otros aspectos. Pablo Seghezzo, secretario de Servicios Públicos y Medio Ambiente, calificó la puesta en marcha de la medida como un gran ejemplo de construcción colectiva.
La puesta en marcha de la medida significó un gran cambio en la forma de pensar a la movilidad en la ciudad. “Los carriles exclusivos fueron un cambio de paradigma. Era la gran oportunidad para empezar a pensar ‘la calle’ como un espacio público más democrático, que priorice a las personas y no a los vehículos, algo impensado en los términos tradicionales del uso de la calzada”, señaló la intendenta Mónica Fein. Y agregó: “La implementación, por todo el cambio que implicaba, fue costosa, pero en base a diálogo, consenso y una fuerte decisión política, pudimos avanzar con la iniciativa, que entendemos favoreció a los rosarinos”.
En ese mismo sentido, y en diálogo con El Ciudadano, Pablo Seghezzo fue más allá de los números y estadísticas: el funcionario prefirió destacar el fenómeno social que se generó a partir de la propuesta municipal. Pensando en un año atrás, y algunos meses más, los carriles exclusivos y su pronta implementación coparon los titulares, los viajes en taxis, en auto, los comercios afectados. “Toda la ciudad discutió cómo usamos el espacio público; fueron discusiones arduas pero que valieron la pena. Fue positivo debatir qué priorizamos, a quién le damos lugar, qué medio de transporte queremos. Y en ese sentido, lo que vemos ahora es un claro trabajo de construcción colectiva”, explicó Seghezzo.
“Entre los principales logros ya relevados se destaca la cantidad de personas que se ven beneficiadas con el sistema de carriles”, informó Seghezzo. “Lo más importante de los carriles exclusivos es que con las mejoras que plantea el sistema, estamos favoreciendo a miles de usuarios por día, que se ahorran, cada uno, varios minutos de ida al trabajo y de vuelta a la casa, por ejemplo, y eso tiene un gran valor”, enfatizó. “La verdad que hemos mejorado prácticamente todas las marcas existentes previo a la puesta en funcionamiento del sistema, y concluimos en que no sólo los tiempos de viaje se han acotado, sino que hemos reducido el índice de accidentología, mejorado el ordenamiento vial en las arterias, optimizando la calidad del servicio del TUP”, añadió.
En este sentido, Seghezzo precisó: “Con los carriles exclusivos estamos beneficiando a 370 mil usuarios por día. Son números muy importantes, que se enmarcan en lo que buscamos con el Plan Integral de Movilidad (PIM). A esto apuntamos cuando hablábamos de mejorar la movilidad. Nuestra intención es promover la utilización del transporte público, y medidas como estas van en esa dirección”, aseveró el secretario. Y remarcó que, a través de un sondeo de opinión realizado en la vía pública y que alcanzó a más de 2.200 usuarios, choferes de TUP, usuarios de taxis y remises, automovilistas y vecinos, se observó que más del 70 por ciento de los encuestados está de acuerdo con la implementación de los corredores. A su vez, casi el 65 por ciento de la muestra afirma evaluar como buena y muy buena la implementación, indicando que el tránsito ha mejorado. Y en particular, el 70 por ciento de los usuarios de TUP y de taxis y remises afirma que el tiempo empleado en recorrer los CE ha disminuido. En cuanto a la percepción de los choferes, más del 90 por ciento afirma dicha disminución.
Lo que se hizo y lo que viene
Los carriles exclusivos comenzaron a funcionar el lunes 13 de febrero de 2012 en su primera fase, que comprendió cuatro arterias del área central de la ciudad: Laprida entre avenida Pellegrini y San Lorenzo, Maipú entre Pellegrini y Santa Fe, Santa Fe entre Maipú y bulevar Oroño y San Lorenzo entre Laprida y bulevar Oroño. Más tarde, el 1º de julio, se concretó la modificación de recorridos de diez líneas de colectivos alcanzando en esa instancia a 22 líneas circulantes por los carriles exclusivos, con lo que se aprovechó las prestaciones de este espacio reservado sin modificar ni perjudicar la circulación por la zona.
El 24 de julio de 2012, en tanto, se puso en marcha la implementación de la segunda fase de carriles exclusivos compuesta por las calles Santa Fe, entre bulevar Oroño y Cafferata y calle Córdoba en el mismo tramo, lo que implicó sumar nuevos servicios a los corredores alcanzando las 27 líneas. Esta iniciativa extendió los carriles uniendo a la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno con el área central de la ciudad, lo cual benefició no sólo a los residentes locales sino también a aquellos que ingresan o egresan de Rosario.
La próxima apuesta del municipio es el corredor que circulará por avenida Alberdi, proyecto que se encuentra en debate en el Concejo Municipal.
Entre comerciantes, sensaciones dispares
Cuando se dio a conocer la noticia de la implementación de los carriles exclusivos, los comerciantes ubicados sobre las arterias designadas pusieron el grito en el cielo y advirtieron que esta reforma en la circulación del tránsito provocaría graves perjuicios económicos. Hoy, un año después, algunos cambiaron de opinión (“nos acostumbramos”), mientras que otros no cambiaron de parecer (“trajeron consecuencias lamentables”).
Cristian tiene un videoclub ubicado en calle San Lorenzo. De un año a esta parte, dice que sus ventas bajaron, pero no se anima a echarle la culpa a los carriles: cree que es por la situación actual del país. “No sé si los carriles fueron culpables. Nos perjudicaron en cosas puntuales, por ejemplo, con los proveedores. El cigarrero viene sólo los sábados, algunos pasan sólo cuando pueden y coinciden con nuestros horarios. Fue un conflicto al principio, pero nos acostumbramos y la clientela que perdimos fue por la pérdida de comodidad, por el estacionamiento, nada más. No fue la muerte total”, desdramatizó Cristian, quien más allá de eso destacó que, en lo que al tránsito se refiere, los carriles funcionaron: “Las calles están mucho más descongestionadas”.
Con una visión opuesta, Rolando, dueño de una rotisería ubicada en calle Maipú, advirtió que los carriles trajeron “consecuencias lamentables” en la zona. “Muchos negocios cerraron, otros estamos sobreviviendo. Bajó el flujo de gente, no hay lugar para estacionar, los colectivos pasan muy rápido y la gente no quiere circular. Es un infierno, muchos queremos irnos”, manifestó el comerciante.