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A un siglo, mostrarán fotos 3D de la Primera Guerra Mundial

Se trata de imágenes estereoscópicas obtenidas por un desconocido oficial francés. Fueron halladas en Tánger, Marruecos.

guerra

Épocas de centenarios y bicentenarios, algunos lamentables, como el que se rememorará el año próximo: el siglo de inicio de la Primera Guerra Mundial. Y en España ya se prepara una muestra singular e inédita: 500 imágenes tridimensionales de esa feroz contienda bélica tomadas por un fotógrafo militar que no dejó otro rastro que el de sus placas. Para colmo, descubiertas por azar.

Fue en 2003 cuando el fotoperiodista ibérico Pablo San Juan halló por casualidad en un mercado de la ciudad marroquí de Tánger un curioso material: unas cajitas de madera, de 15 por 20 centímetros, dentro de cada una de las cuales había 50 placas de vidrio con imágenes. El vendedor le dijo que eran fotos, pero que se veían al revés. Es que se trataba de negativos, pero no cualesquiera: habían sido obtenidos con una cámara estereoscópica Verascope, antecesora, con una técnica similar, a los actuales sistemas de efecto tridimensional.

Cuando el fotógrafo español observó las placas en Tánger comprobó que reproducían escenas bélicas de vieja data. Con ojo profesional, se comunicó con un colega que además es responsable de la Casa de la Imagen (CDI) de la ciudad española de Logroño, una entidad especializada en la conservación de material fotográfico que se especializa en técnicas de restauración del patrimonio fotográfico.

Desde su patria, le recomendaron al fotógrafo que comprara sin dudar las imágenes que había hallado en Tánger. Ya en España, todos se felicitaron por su buen ojo: tenían en sus manos nada menos que una colección de medio millar de negativos estereoscópicos de gran calidad fechados, localizados y, muchos de ellos, con comentarios. El fotógrafo Carlos Trespaderne, de la Casa de la Imagen, explicó que “la técnica estereoscópica de aquella época –principios del siglo XX– consistía en un cámara con dos objetivos y un disparador. La imagen que se obtenía era doble y correspondía una a cada ojo. Las dos quedaban recogidas en una placa de cristal, el negativo. Cuando la información llegaba al cerebro creaba la sensación de profundidad”. Es decir, el antecesor del actual 3D.

La colección es, coincidieron los especialistas, un documento inédito de la Primera Guerra Mundial: “A diferencia de la mayoría de las imágenes que conocemos sobre esta contienda, nos sumerge de lleno en el frente de la guerra de verdad, vemos las trincheras, las armas, los tanques, los cañones, los ejércitos, las destrucciones… Nunca se había visto esta guerra así”, se entusiasmó Trespaderne.

Ignoto francés

La colección encontrada en Marruecos está formada por 500 negativos de fotos tomadas entre 1916 y 1938. Un primer bloque de 235 placas se obtuvo durante las principales batallas de la Primera Guerra Mundial, como Verdun, Arras o Somme. El resto corresponde a la posguerra, retrata escenas familiares o de vacaciones y está localizado en la zona francesa de Niza, el sur de Italia o el norte de África.

Por el momento se sabe apenas que el autor de los negativos fue un militar francés. Y posiblemente un capitán de artillería, según deducciones hechas a partir de los minuciosos comentarios que el fotógrafo dejó sobre el calibre de los cañones y otros detalles técnicos junto a las imágenes.

Pero no hay datos sobre su identidad, ya que no firmaba sus fotografías. Ahora se investiga quién era realmente este oficial aficionado a la fotografía cuyo trabajo tiene, dijeron sus actuales colegas españoles, “un gran valor documental y estético: tenía un ojo fotográfico estupendo, sus planos están muy bien construidos y sabía componer muy bien para 3D”. Todo un adelantado, como lo demuestra el hallazgo.

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