A una semana del balotaje que definirá quién será el nuevo presidente de Argentina, los candidatos de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, y de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, protagonizaron este domingo el último debate obligatorio, en el que buscaron resaltar sus principales propuestas y convencer al electorado que no votó por ninguno de ellos en las elecciones de octubre pasado.
La cita fue en el Salón de Actos de la sede porteña de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Los moderadores del tercer debate presidencial fueron los periodistas Luciana Geuna (Canal 13), Antonio Laje (América), Pablo Vigna (TV Pública) y Érica Fontana (Telefé).
La pulseada televisiva final, antes de la segunda vuelta prevista para el 19 de este mes, concentró gran expectativa en el último tramo de un proceso electoral que tuvo su primer capítulo con las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso) de agosto pasado y una segunda instancia con las elecciones generales del 22 de octubre.
Los candidatos debieron explicar sus políticas centrales en torno a seis ejes: Economía; Relaciones de Argentina con el mundo; Educación y Salud; Producción y Trabajo; Seguridad y Derechos Humanos y Convivencia Democrática.
En el primer eje, economía, Massa le planteó una sucesión de preguntas a Milei, «por sí o por no», que incluían la quita de subsidios, la dolarización, la vuelta de las AFJP, el cierre del Banco Central y la privatización de Vaca Muerta, entre otras disyuntivas. «Vamos a dolarizar la economía, vamos a cerrar el Banco Central», respondió Milei luego de varios cruces vinculados a la quita de subsidios, donde Milei trató de «mentiroso» al actual ministro de Economía. Massa retrucó: «El debate es largo, no te pongas agresivo, porque la gente necesita respuestas».
Como finalmente Milei negó que fuera a quitar subsidios, Massa le reprochó: «¿A cuál le creemos? ¿Al que mintió en lo de Feimman o al que miente esta noche?», en referencia a una nota periodística donde explicitaba que lo haría.
El latiguillo de «por sí o por no» de parte de Massa se mantuvo en el resto de los ejes, como cuando le pidió que repitiera las declaraciones de admiración sobre Margaret Thatcher, en el rubro política exterior, o como cuándo le pidió que refrendara su idea de arancelar la Universidad Pública. También lo hizo con la idea de romper relaciones con China y Brasil. «¿Le vas a pedir disculpas al Papa?», fue otra de las preguntas.
«Es alguien -dijo Massa refiriéndose a Milei- que por prejucio ideológico antepone su propia mirada frente al interés de los argentinos». Milei se desdijo de todas sus propuestas anteriores, dijo que respetaba al Papa, sí aceptó que arancelaría la Universidad, aunque, dijo, «en el corto plazo no».
En el punto de las relaciones comerciales el candidato libertario alentó la triangulación de exportaciones, uno de los argumentos que Massa no dejó pasar: «Está mandando a nuestros exportadores a triangular por Panamá».
«Esto es entre vos y yo», insistió varias veces Massa en el debate, frente a las acusaciones de «delincuente» de Milei, «por pertenecer a este gobierno».
En el cuarto eje, producción y trabajo, volvieron a cruzarse por la apertura indiscriminada y por las indemnizaciones, entre otros ejes. «La idea de destruir la economía va a destruir a miles de pymes», lo cruzó Massa. «Me dijeron que eras mentiroso pero todos los días te superás», se defendió Milei y le pidió que lo citara correctamente, a lo que Massa respondió: «No puedo citarte bien porque en tu último libro tuviste tres denuncias de plagio».
En el quinto eje, prevención y seguridad, Massa propuso el modelo que planteó en Tigre cuando era intendente. «La lucha contra la inseguridad va a ser responsabilidad mía», señaló Massa, en un momento donde Milei le dio la palabra porque no tenía nada para decir.
«Me parece osado de tu parte meterte en cosas que son responsabilidad de las provincias», respondió el libertario. Massa también planteó la vuelta de los inhibidores en las cárceles, algo que, dijo, lo levantó Patricia Bullrich. Al mismo tiempo, manifestó compromiso con Rosario y con Santa Fe, en la lucha contra el narcotráfico: «Si tengo que poner todos los recursos federales para los rosarinos, lo voy a hacer».
El sexto eje, derechos humanos y convivencia democrática, quedó algo desdibujado porque los candidatos se trenzaron en tema de otros ejes.
En el segmento final, Massa y Milei tuvieron dos minutos cada uno para cerrar su disertación frente a la audiencia. Massa pidió cerrar la grieta y formalizar un acuerdo con diez políticas de Estado, entre otros objetivos de gobierno. «Viene el momento del crecimiento», cerró. Milei cerró diciendo que era la elección más importante de los últimos 100 años y pidió elegir entre «inflación y estabilidad» y entre «el populismo que nos hunde y la República».
Esta fue la tercera vez que Massa y Milei polemizaron cara a cara. La dinámica del debate tuvo similitudes con los cruces anteriores, realizados el 1° de octubre en Santiago del Estero y el 8 de ese mismo mes en la Ciudad de Buenos Aires, aunque ahora, al ser sólo dos candidatos, cada uno tuvo mayor tiempo de exposición.
Cada postulante tuvo un minuto para una presentación y, luego, un total de 12 minutos (6 minutos para cada uno), en el que los candidatos administraron el tiempo a su gusto para referirse a los 6 ejes temáticos.
Un debate obligatorio
Desde el 2016, con la sanción de la ley, quedó formalizada la obligatoriedad del debate presidencial y la CNE se convirtió en la organizadora de la actividad.
La CNE estableció que Massa y Milei no pudieran leer apuntes ni disponer de “ayuda memoria” en sus respectivos atriles, pero sí tuvieron la posibilidad de moverse
cuando hicieron uso de la palabra.