“El aborto clandestino se va a caer. Arriba nuestros proyectos que ya son ley”, cantaban las pibas en ronda alrededor del Pasaje Juramento. Después de una maratónica sesión, los diputados habían dado media sanción a la ley que permite a las mujeres interrumpir voluntariamente un embarazo, las chicas comenzaron a marchar. Muchas de ellas habían realizado una vigilia en la puerta del Congreso de Buenos Aires. Otras fueron en caravana desde la Facultad de Humanidades y Artes donde habían seguido la transmisión en vivo del debate. Las chicas volvieron a teñir de verde el Monumento en una fiesta donde un abrazo y unas felicitaciones sellaron las lágrimas de emoción que llevaban en los ojos. Es que el logro fue de ellas. De las miles de mujeres que le pusieron el cuerpo a la lucha desde hace 30 años y que ayer formaron parte de la vigilia en la calle, en las facultades y en las casas. El festejo colectivo que en Rosario culminó en el Monumento mostró, una vez más, que para las pibas el mundial no está en Rusia ni es celeste y blanco. Es verde y estuvo en el Congreso.
Marea femenina
“Cuando se aprobó estaba sola en mi casa saltando. Había vuelto a la madrugada de Buenos Aires. Allá lo vivimos con mucho amor y compañerismo. Fue una verdadera marea de mujeres en las calles. Estábamos muy nerviosas y hoy estamos felices”, dijo Soledad a El Ciudadano.
“Fue muy emocionante. Mi familia es católica ortodoxa. Mi papá es referente y predicador. Para mí esta lucha significa romper con esa tradición”, contó Marisel, de 29 años.
Candela tiene 34 años y un embarazo de 6 meses. Fue hasta el Monumento con sus hijos de 3 y 1 año que llevaban el pañuelo verde al cuello. “Salí a la calle por ellos. Ayer el tele estuvo prendido 24 horas sin dibujitos. Me sorprendieron algunos discursos de legisladores del PRO. Muestra que esta es una lucha de las mujeres que atraviesa todos los partidos”, opinó.
Sirley, Brenda, Daniela y Maru estuvieron el miércoles en Buenos Aires y este jueves siguieron la transmisión desde la facultad de Humanidades y Artes. Después de la votación a favor fueron a festejar al Monumento. “La vigilia en las puertas del Congreso fue pacífica y emocionante. Cuando aprobaron la media sanción lloramos. Verlo juntas duplicó la emoción. Nos abrazamos con desconocidas”, contaron las chicas.
“Lo importante es que a las mujeres les deje de dar vergüenza abortar. Que no las juzguen y se sientan acompañadas. Es un avance social impensable y reconfortante que se logró gracias a la lucha de las mujeres. No fue ni gobierno ni los legisladores. Es un logro histórico y es nuestro”, agregaron.
Ahora toca al Senado definir la aprobación definitiva. Si bien los cálculos preliminares apuntaban a una tendencia en contra, varias legisladores ya hicieron públicas declaraciones a favor. “Se pensaban que estábamos dormidas, pero ahora con piquete y cacerola, al Senado lo tenemos de las bolas”, coreaban las chicas, al ritmo de los bombos y al color de los pañuelos que alzaban frente al río mientras del otro lado un guía explicaba a un grupo de turistas la historia del Monumento. Parte de esa historia la estaban haciendo ellas que celebraban el logro de una lucha histórica.
