“¿Que es una ILE?”. Con esa pregunta una estudiante inauguró ayer en el repleto auditorio Ernesto “Che” Guevara de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario el dictado de la primera materia sobre aborto del país. Sin quererlo, la duda de la alumna llegaba para responder a los objetivos de la cátedra que generó apoyos y rechazos desde su aprobación: formar profesionales para atender de manera integral la interrupción legal del embarazo (ILE) y tratar al aborto como un problema de salud de las mujeres. La de ayer fue la primera de las 14 clases que se dictarán este cuatrimestre en la materia electiva orientada a estudiantes de cuarto año en adelante y que también es abierta a otras carreras. En la inauguración las expectativas de los alumnos se mezclaron con las organizaciones de mujeres que impulsan la legalización del aborto a nivel nacional.
Cuando en mayo pasado el Consejo Directivo aprobó la cátedra “El aborto como un problema de salud” más de 10.000 mails entraron a la casilla de contacto de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Con distintos destinatarios, todos tenían el mismo texto copiado y pegado con un pedido: que la casa de estudios dé marcha atrás con la primera materia sobre aborto de Argentina.
Pero la campaña en contra sólo reafirmó la decisión institucional y ayer unas cien personas llegaron Francia y Santa Fe para la clase inaugural. En la puerta de la casa de estudios los estudiantes que jugaban de local y los que llegaron desde otras carreras se mezclaron con docentes, directivos, chicas con pañuelos verdes característicos de la campaña por la legalización del aborto y referentes de organizaciones de mujeres.
Ivana, una docente de escuela primaria, contó que asistió a la clase primero como mujer y después como militante de la legalización. “El de hoy es un gran paso, tanto para los estudiantes como para las mujeres. Celebro que justo cayó el mismo día que en Chile se aprobó el proyecto de ley de legalización”, sostuvo.
En la vereda opuesta, Julián, estudiante de medicina de cuarto año, contó que siguió la propuesta de la cátedra desde el principio y resaltó la posibilidad de tener un debate abierto en la facultad. “Tengo una mirada definida. No estoy a favor del aborto aunque sí creo que hay situaciones que lo ameritan, como cuando corre en riesgo la vida de la madre. Creo que todas las voces tienen que ser escuchadas y me interesa ver cómo lo plantea la materia”, dijo y agregó que también se anotó por las horas que sumará para su formación como médico.
La activista y diputada provincial Silvia Augsburger marcó el inicio de clases como un hecho histórico y lo atribuyó a los debates instalados por el movimiento de mujeres, sobre todo a partir de las marchas de Ni Una Menos. “Es una irracionalidad que los futuros médicos y médicas no estudien el aborto como un problema de salud cuando en Argentina mueren todos los días mujeres por prácticas clandestinas”, opinó. Para Augsburger la mayor parte de los profesionales desconoce la legislación nacional y los causales que permiten la interrupción legal.
Pasadas las 18 la puerta del auditorio Che Guevara se cerró y empezó la primera clase del cuatrimestre. Ante un auditorio colmado y con varios asistentes que quedaron afuera, los docentes leyeron los principios que sostienen la cátedra y explicaron a los alumnos la modalidad de cursado.
Para formar profesionales
La propuesta de la materia encabezada por Raquel Tizziani, María Paula Botta y Pablo Dalmazzo surgió hace más de un año de la mano de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir y de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Después de varios debates públicos que fueron subidos a la web de la facultad, en mayo quedó formalmente aprobada para su dictado.
Por las clases pasarán no sólo los docentes que integran la cátedra. Referentes de la problemática como la abogada Analía Aucía y el especialista en Salud Sexual Daniel Teppaz darán clases magistrales. El programa apunta a que los estudiantes conozcan el marco legal, qué es un aborto seguro, las técnicas y procedimientos que se utilizan y el abordaje integral después de un aborto desde una mirada de derechos sexuales y reproductivos.
Para aprobarla los estudiantes deberán interiorizar los contenidos, asistir al 75 por ciento de las clases y rendir un examen final al que, aclararon los docentes, no deben temer.