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Aborto legal: ¿Cómo se prepara Rosario para el debate en el Senado?

A diferencia de 2018, la movilización no será sólo hacia el Congreso sino que habrá vigilias en plazas de todo el país. En la ciudad será en la San Martín con pantalla para seguir el debate hasta la hora de la votación, estimada en la madrugada del 30 de diciembre 

La madrugada del 8 de agosto de 2018 más de 160 colectivos salieron desde el Parque Independencia de Rosario rumbo al Congreso Nacional de la Nación. Se sumaban autos, combis, el tren y más colectivos interurbanos. Miles de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries viajaban desde la ciudad de la Bandera hasta Capital Federal para exigir al Senado la aprobación del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, con la media sanción histórica del 14 de junio de ese año. Otras cientos de miles hacían en recorrido por las rutas argentinas desde todas las provincias: un millón y medio de personas para defender la legalización y despenalización del aborto. A la madrugada del 9 volvieron con frío y pasadas por agua por esas mismas rutas con el rechazo de la Cámara Alta en las espaldas pero sin la sensación de derrota. Había una certeza: más temprano que tarde el aborto iba a ser ley.

Dos años y medio más tarde el proyecto vuelve al Senado el próximo 29 de diciembre con un escenario de movilización distinto. La pandemia de coronavirus obligó a cambiar las largas horas de viaje y la concentración en las afueras del Congreso por una movilización mucho más federal, íntima y cuidada. Como pasó en la media sanción de Diputados del 10 y 11 de diciembre, las vigilias serán en las plazas y parques de ciudades de todo el país. Lejos de ser algo que juegue en contra en la visibilización y presión popular para lograr la sanción definitiva de la ley, las vigilias federales serán el escenario y la puesta en escena del federalismo feminista, ese que se construye desde 1986 en los Encuentros Nacionales de Mujeres (ahora plurinacionales y con las disidencias). Serán también las formas de acompañarse y estar juntas desde el cuidado, la cercanía y el reencuentro con las compañeras y compañeres que en cada pueblo, cuidad y provincia del país construyen desde hace décadas la lucha por el derecho a decidir.

En Rosario la vigilia organizada por la seccional Rosario de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito será en la Plaza San Martín, el ágora de la ciudad donde suelen confluir las movilizaciones sociales. Como el 10 y 11 de diciembre, habrá pantalla gigante con transmisión del debate, feria feministas, actividades culturales y algunas sorpresas. La vigilia empezará a la hora que comience el debate, confirmado para este martes 29 a las 16 por el Senado. Y terminará con la votación.

Habrá medidas de cuidado para prevenir contagios, con el uso de barbijo obligatorio, la distancia social y puntos con alcohol en gel. Desde la organización a nivel nacional sugieren llevar botella de agua para hidratarse, protector solar, ropa fresca y gorra, sombrero o pañuelo para la cabeza.

Como en Diputados, quienes vayan es mejor si llevan reposeras, carpas y mantitas para pasar la noche. De todos modos, la sesión no será tan larga como en la Cámara Baja, donde las y los oradores fueron 170 y ahora son máximo 72, en el escenario poco probable de que hable el total del cuerpo legislativo. En 2018 el debate en la Cámara Alta duró 17 horas y la votación fue pasadas las 2. “Esperamos que sea una jornada historia como en el 2018 sólo que esta vez con una ley que nos permita poder decidir sobre nuestros cuerpos”, dijo a El Ciudadano Sol Iguru Gorostiaga, integrante de la Campaña Rosario.

Marea verde al Congreso

En el Congreso Nacional también habrá movilizaciones y serán muchas las que viajarán a acompañar el debate desde las calles del centro de Capital Federal. Los pasajes de tren para esa fecha están agotados y desde distintos puntos de país se organizan para ir en autos o combis. Allá también la vigilia será con cuidados para prevenir contagios. El montaje de las vallas, estructuras y pantallas por parte de la Campaña empezará el sábado para garantizar toda la seguridad.

Los votos en el Senado

En estos días desde el armado transversal y feminista de legisladoras, legisladores, representantes del Ejecutivo y organizaciones, cocinan las estrategias para conseguir los votos necesarios para que sea ley. Mientras crecen las operaciones políticas y las presiones de los grupos antiderechos a las y los legisladores para que voten en contra, del lado verde hay confianza en que los votos estarán. Un ejemplo de las presiones fue el viaje relámpago a Buenos Aires que hizo el obispo de Rafaela, Luís Fernández, para que el senador también rafaelino Roberto Mirabella cambie su voto verde. Lo que hay que tener en cuenta es que es probable que hasta ese día no se den a conocer muchos de los votos, ya que hay legisladores que decidieron mantener en secreto su posición por esas presiones. “Los poroteos de hoy no sirven mañana”, dice la periodista feminista e integrante de la Campaña, Laura Salomé Canteros para dar cuenta de que hay que armarse de paciencia, no caer en operetas y pasar la navidad sin pelear con antiderechos.

Como ya hemos dicho en otras notas publicadas en este diario, el escenario para que el aborto sea ley es más favorable que en 2018. Al activismo que desde hace 15 años lleva adelante la Campaña, la movilización feminista y la despenalización social del aborto, se suma la voluntad política del Poder Ejecutivo, con el presidente Alberto Fernández a la cabeza. Es una diferencia clave con lo que pasó dos años y medio tras, cuando el ex presidente Mauricio Macri se jactó de habilitar el debate pero no hizo mucho más. Además, en el Senado el escenario también cambió, con más votos verdes, y una presidenta, Cristina Fernández, a favor de la ley.

Hay que entender también que no sólo se juega en esta votación el derecho a decidir de las mujeres y personas gestantes en Argentina. Si el país avanza en la legalización del aborto voluntario, será un faro para el resto de Latinoamérica, una región particularmente desigual en este tema: el 97 por ciento de las personas gestantes viven en países donde el aborto está criminalizado. Sólo seis, pequeños en términos geográficos, lo legalizaron y concentran apenas el 3 por ciento de la población de la región. De aprobarse la ley, Argentina será el país más grande con aborto legal. Además, la pelea por este derecho ya irradió en el continente, con organizaciones feministas que tomaron el pañuelo verde como bandera y vienen generando estrategias para avanzar en sus territorios.

“Por la experiencia de 2018 el Senado es la cámara más difícil, va a ser una votación muy ajustada, minuto a minuto. Hasta que la presidenta diga que se vota no vamos a saber. Desde la Campaña somos optimistas con la sanción de la ley. Nuestro optimismo es en base a lo que escuchamos en las exposiciones, la fuerza de los fundamentos en la positiva y la ignorancia, flojedad y cosas incomprensibles que escuchamos por la negativa, como el expositor que confundió los 1000 días con el período de embarazo”, dice Silvia Augsburger, activista de la Campaña de Rosario y ex diputada nacional y provincial.

“Las agresiones permanentes de los grupos antiderechos muestran que estamos a un paso de sancionar la ley. Han empapelado ciudades mintiendo con el síndrome de down”, agregó. Para ella, un signo para ser optimista es el dictamen de mayoría que salió sin inconvenientes y mostró apoyos que no se conocían, como la rionegrina Silvina García Larraburu o el entrerriano Edgardo Kueider, quien apoyó con reservas.

Para Mabel Gabarra, también integrante de la Campaña y una de las pioneras en la pelea por el aborto legal en la Argentina, la ciudadanía está más alerta que nunca y confía en la presión social para que sea ley. “Lo esencial es que vamos creciendo. De 2018 a ahora ganamos la votación en Diputados con más margen y en el Senado hoy estamos disputando ganar. Es un avance extraordinario a nivel parlamentario”, dijo.

Gabarra recordó a Pino Solanas y su discurso en la votación del Senado. “Como dijo Pino, si no sale ahora saldrá en dos años. No me cabe duda de que va a ser ley. Si no es ahora tendrán que cargar con la responsabilidad de las muertes de las chicas que se mueran de aquí en adelante. Pero estoy convencida de que avanzamos muchísimo y que falta muy poquito para que sea ley”, agregó.

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