El ministro de Salud de Santa Fe, Carlos Parola, participó el pasado jueves del segundo encuentro del Consejo Federal de Salud (Cofesa) y propuso al gobierno nacional proveer a todo el país misoprostol y el resto de los medicamentos que fabrica el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) Sociedad del Estado de Santa Fe. El funcionario hizo la propuesta en el marco del regreso del Plan Remediar, anunciado por el ministro nacional Ginés González García.
Además, este viernes quedó oficializado el nuevo directorio del laboratorio estatal con paridad de género. Estará a cargo de Elida Judith Formente, Esteban Pablo Robaina, Analía San Román y Edmundo Lisandro Zilli. Las funciones de gerente General las cumplirá el bioquímico Diego Rubén Bruno.
El misoprostol es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un medicamento esencial para un aborto seguro y ambulatorio. El fármaco es producido por el LIF desde comienzos de 2018 y en septiembre de 2019 llegó por primera vez a los centros de salud y hospitales de la provincia. En diciembre, Parola adelantó a El Ciudadano que la provincia buscaría proveer la droga a nivel nacional, junto con otros medicamentos que produce el LIF.
Primera producción pública
La del LIF es la primera producción pública del país y es de distribución gratuita, no para venta en farmacias. Abarca los formatos oral y vaginal. Fabricar los primeros dos lotes tuvo un costo de 73 pesos por comprimido, un 80 por ciento menos del valor de los productos comerciales de laboratorios privados. El laboratorio santafesino ya tiene producido un stock de 170.000 comprimidos, que supera siete u ocho veces lo que consume anualmente la provincia.
En septiembre de 2019 llegó por primera vez a centros de salud y hospitales de la provincia. Por ahora está disponible sólo en Santa Fe, pero podrá llegar a otras provincias si obtiene una autorización de la Anmat o si el Ministerio de Salud nacional aprueba la venta de Santa Fe a Nación u otras provincias.
Desde el anuncio de la fabricación, diferentes gobiernos provinciales se mostraron interesados en comprarle a Santa Fe. Hasta ahora, el resto de las provincias que garantiza Interrupción Legal del Embarazo (ILE) debe comprarlo a los laboratorios privados.
En la Argentina el protocolo de ILE obliga a los Estados municipal, provincial y nacional a garantizar el acceso a los abortos que son legales por las causales de riesgo de salud y violación con los mejores métodos. El misoprostol aparece entre ellos. Aun así en gran parte de las provincias no hay acceso en la salud pública y las personas gestantes deben comprarlo en las farmacias. En Mendoza ni siquiera está garantizado ese derecho: la venta en farmacias está prohibida.
Santa Fe es una de las provincias que en los últimos años garantizó el protocolo de ILE con provisión de misoprostol. Lo receta desde 2013 y lo distribuye de manera gratuita en hospitales y centros de salud. Rosario empezó a hacerlo un año antes, en 2012.
Las causales de aborto no punible se venían aplicando con un criterio de ampliación de derechos, entendiendo a la salud como física, psíquica, emocional y social, tal como sostienen en la OMS. En sus primeros días de gestión, Parola dijo que continuará con la aplicación.
En la salud pública incorporar el misoprostol significó un descenso de 98 por ciento de las internaciones por complicaciones ligadas a abortos. Hasta 2012 las mujeres llegaban los hospitales con abortos incompletos y tenían un 80 por ciento de posibilidades de morir. Desde que recetan misoprostol en Rosario no hubo más muertes por abortos clandestinos. El medicamento bajó los riesgos, los costos de internación y llevó a la mortalidad cero.
¿Qué es el misoprostol?
El misoprostol es una es prostaglandina que no se acumula en el cuerpo ni afecta la fertilidad. La OMS lo declaró un medicamento esencial para hacer un aborto seguro y ambulatorio hasta la semana 12 de embarazo. Tomar 12 pastillas en tres dosis genera contracciones en el útero provocando una interrupción de la gestación. La efectividad es del 90 por ciento. En gran parte de los países donde el aborto es legal es usado pero combinado con otra droga: la mifepristona. Juntos alcanzan un 99 por ciento de efectividad.
Entre los métodos para abortar, el misoprostol es considerado uno de los más seguros porque permite hacer la práctica de manera ambulatoria. Significa que no es necesaria la internación y que la persona gestante puede elegir el momento y el lugar sin pasar por un quirófano como pasa con el raspaje, un método que requiere anestesia total y que la OMS recomienda no usar desde 2002, aunque en la Argentina muchos médicos y médicas aún lo usan. El otro método seguro es la Aspiración Manual Endouterina (Ameu), que tampoco necesita internación y se hace con anestesia local.
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