Argentina cuenta desde hoy con la primera Defensoría del colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans) de Latinoamérica. El nuevo espacio abierto en Capital Federal servirá para «hacer realidad efectiva los derechos reconocidos legalmente en materia de diversidad», estimaron referentes de organizaciones que trabajan para garantizarla, señaló Flavia Massenzio, coordinadora del flamante organismo.
«Trabajar por los derechos de la población LGBT es un camino que tenemos que recorrer todavía porque si bien en Argentina hay un maravilloso piso de igualdad jurídica, nos falta aún achicar la brecha entre la igualdad jurídica y la real», agregó.
Según indicó, «la defensoría va a elaborar proyectos de ley, porque el defensor tiene iniciativa parlamentaria; va a colaborar en políticas públicas y en coordinación con el Consejo de la Magistratura de la ciudad de Buenos Aires, para que el colectivo LGBT mejore el acceso a la Justicia».
Para la legisladora porteña del Frente para la Victoria María Rachid, «hay que convertir la igualdad jurídica en igualdad real. Esta Defensoría no solo hará propuestas para avanzar con la sanción de nuevas leyes sino que será el espacio para hacer que esas leyes se cumplan en la vida cotidiana de las personas».
«Las principales denuncias que llegan a nuestras organizaciones tienen que ver con el incumplimiento del artículo 11 de la Ley de Identidad de Género y de la Ley de Reproducción Humana asistida», precisó Rachid.
Según Marcelo Márquez y Gustavo López, de la entidad Nexo, «la discriminación laboral, problemas para acceder a la vivienda, a la justicia, a la salud y a la educación son derechos en los que se ha avanzado en materia legal y jurídica pero que hace falta hacer efectivos para que realmente hablemos de igualdad».
Marcela Romero, histórica militante de la Asociación de Travestis, Transgénero y Trans (ATTTA), celebró «la apertura de esta Defensoría porque hay mucho por hacer. Por los que hoy siguen siendo discriminados de los empleos, de una lista de aspirantes a un alquiler por ser lesbiana o gay, o incluso sufren el acoso policial por su condición sexual».
El acto convocó a una gran cantidad de integrantes de las organizaciones que trabajan en prácticas no discriminatorias y en el empoderamiento de la diversidad sexual, quienes celebraron la apertura de esta instancia, que consideraron un «paso más hacia la igualdad».
La Defensoría LGBT funcionará en las oficinas de avenida de Mayo 881, piso 2, donde se recibirán consultas y se planificarán iniciativas para el impulso de nuevas leyes y el cumplimiento de las que rigen en la actualidad.
El presidente de la Federación Argentina LGBT (FALGBT,) Esteban Paulón, dijo que la nueva institución, que funcionará por un convenio firmado hace un mes con la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, dentro de esa órbita, «recibirá las denuncias de las personas que vean vulnerados sus derechos en temas de diversidad».
«No es que haya más discriminación ahora que antes. Lo que hay es más conciencia de los derechos y más canales para viabilizar las denuncias», agregó Paulón.
Los antecedentes de este espacio son las Defensorías de Guatemala y Nicaragua, que dependen de la Procuraduría de Derechos Humanos, y un área de Diversidad Sexual de la Defensoría del Pueblo de Bariloche.