Hace seis meses que Luciana, una vecina que vive en barrio Bella Vista, abrió un merendero en su casa para darles una copa de leche a chicos en zona oeste. Pero ahora tuvieron que suspender la entrega de la merienda por la falta de mercadería y colaboración.
“Hacemos todo a pulmón. Se nos hace cuesta arriba poder sostenerlo y ante la falta de insumos tuvimos que interrumpir la copa de leche para los chicos”, lamentó la mujer.
El merendero “Los chicos de la vía”, ubicado en Felipe Moré y Pellegrini, fue puesto en marcha por Luciana (que tiene tres hijos y su esposo es albañil) porque “a los pibes del barrio le hacían ruido las tripas” por el hambre.
“Al principio venían cerca de 50 chicos. Ahora ya son 100. Cada miércoles y viernes venían los papás y se llevaban la merienda a su casa. Hace unos meses que no recibimos donaciones”, explicó.
“El merendero lo hice en la parte delantera de mi casa y un grupo de madres del barrio también colabora con la causa. Lamentablemente, la mayoría de las personas que nos ayudaban ya no pueden hacerlo. Quedaron pocas. Y es muy difícil poder sostenerlo”, contó luego.
El merendero necesita todo tipo de alimentos, como leche, harina, azúcar y galletitas. También una garrafa, un freezer, ollas grandes, tasas, vasos, y lechero, entre otras cosas. Además de artículos de limpieza, mesas y sillas. Luciana explicó que no reciben ayuda del Estado provincial, ni municipal.
“Nosotras colaboramos con lo poco que tenemos, pero ya se nos hace imposible. La mayoría de los padres que vienen a buscar la copa de leche son madres ama de casa y los padres están desocupados y con suerte hacen alguna que otra changa”, señaló.
Las personas que quieran ayudar pueden comunicarse al 156-629536. “Con lo mínimo que puedan colaborar sería importante. Tenemos que darnos una mano entre todos”, cerró la mujer.
Cifras crudas
La cruda situación social que se vive en todo el entorno de donde funciona el merendero se enmarca en los datos de pobreza, fenómeno que viene creciendo en la ciudad y el país.
El reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) destaca que en el primer semestre de 2019 el número de personas por debajo de la línea de pobreza creció al 35,4 por ciento, frente al 27,3 por ciento del mismo período de 2018.
La cifra representa unos 15,9 millones de personas en todo el país –cerca de 3,8 millones más que el año anterior– cuyos ingresos no alcanzan para cubrir los servicios básicos.
En tanto, la indigencia –las personas que no tienen ingresos suficientes para hacer frente a las necesidades alimenticias– trepó al 7,7 por ciento, frente al 4,9 por ciento del mismo período de 2018. Se destaca la profundización de la pobreza extrema en el proceso de deterioro de la condiciones de vida, la cual aumenta en un 57,1 por ciento.
La cifra es la más alta en la era Macri: 3,2 puntos porcentuales más desde el 32,6 que se registró el primer semestre de 2016 (entre 2007 y 2015 el Indec estuvo intervenido).
