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La Justicia absolvió por el beneficio de la duda a los acusados de matar al Pájaro Cantero

La Justicia absolvió por el beneficio de la duda a los acusados de matar al Pájaro Cantero. No quedarán en libertad ya que tienen otras causas pendientes y la Fiscalía, por su parte, aseguró que apelará la sentencia del tribunal.

El paisaje habitual de Tribunales se vio modificado. A las 14 de este miércoles estaba dispuesta la lectura de la sentencia en el juicio que se llevó adelante contra Luis “Pollo” Bassi, Facundo “Macaco» Muñoz, Milton Damario y Osvaldo  “Popito» Zalazar” por el crimen de Claudio “Pájaro» Cantero, que ocurrió el 26 de mayo de 2013. La atmósfera enrarecida y cargada de policías tenía que ver con que hace una semana atacaron a balazos en plena autopista los móviles que trasladaban a los acusados a la cárcel de Coronda. En la agresión resultaron heridos Muñoz y dos penitenciarios; también el pasajero de un colectivo. Durante la semana la preocupación por ese hecho de sangre hizo mella, lo que quedó plasmado en los reiterados cambios horarios para la lectura de la sentencia. El palacio de mármol se tapizó de uniformados con armas largas y rostros tapados. No faltaron móviles a gran velocidad, frenadas cinematográficas en las esquinas cerrando las calles aledañas y guardias de GEOP y TOE con escasos modales que daban órdenes a los transeúntes, muchos de ellos alejados del mundillo judicial. Finalmente y sólo con presencia de la prensa, se dio lectura al veredicto que por unanimidad absolvió a Bassi, Muñoz y Damario y le dictó una pena de 3 años y 3 meses a Zalazar por el delito de portación de arma guerra. También dispuso la apertura de una investigación penal contra el personal policial que detuvo, trasladó y presuntamente amenazó a un testigo presencial del hecho en Jefatura.

Ropa de fajina, armas largas, chalecos antibalas, escudos, camionetas cuatro por cuatro y un helicóptero cambiaron el panorama habitual de Tribunales. Aunque ello no evitó que algunos perdidos transeúntes quedaran inmersos en medio de un gran operativo policial sin darse cuenta. Una señora, que no dejaba de hablar por celular, intentó tomar un taxi en la esquina de Moreno y Montevideo aunque nunca se percató que todas las calles aledañas al edificio estaban cerradas. Ante ello, una solidaria periodista le dio las indicaciones para que no echara raíces en aquella esquina.

En el interior de Tribunales, un enorme grupo de periodistas, camarógrafos y reporteros gráficos esperaba en un pequeño hall del primer piso, entre dos puertas vidriadas, que se permitiera el ingreso a la sala. En el pasillo, que llevaba al recinto donde se daría lectura al fallo, unos 20 policías, a cargo del jefe de seguridad de la Oficina de Gestión Judicial, custodiaron el lugar y tras la llegada de los jueces que fueron custodiados desde sus despachos, a las 13.45, permitieron la entrada de la prensa. En el lugar esperó Lorena Verdún (ex esposa de Claudio Cantero) y otras dos mujeres que la acompañaban aunque no le permitieron el ingreso. Por disposición del tribunal, la sala estuvo cerrada al público. Verdún esperó afuera y se enteró del veredicto por los periodistas.

Las partes y los imputados –a excepción de Macaco, que sigue internado por los disparos que recibió– ya estaban en el lugar cuando ingresó la prensa al recinto. Los numerosos medios periodísticos que cubrieron la sentencia efectuaron un cordón, junto a la valla de madera, que separaba a los trabajadores de prensa de las partes y no dejaron de escucharse los disparos de las cámaras fotográficas. Tres minutos antes de las 14, ingresaron a la sala los jueces Julio Kesuani, María Isabel Más Varela e Ismael Manfrín. La lectura del veredicto estuvo a cargo del primero y duró cerca de 10 minutos. La primera referencia fue los rechazos a las nulidades que presentaron tres de las cuatro defensas de los acusados y el primero de los imputados que escuchó su absolución, por el beneficio de la duda razonable, fue Luis Bassi. Luego fue el turno de Facundo  “Macaco” Muñoz y Milton Damario, finalmente Osvaldo Zalazar fue condenado a 3 años y 3 meses por tenencia de armas aunque ya, a esa altura, su sonrisa era inevitable.

Bassi siempre mantuvo la compostura, se lo vio aliviado y contenido, tuvo un corto diálogo con su defensor Fernando Sirio antes de ser trasladado. La alegría de Damario fue eufórica: con una sonrisa de oreja a oreja no dejó de abrazar a su abogada Hilda Knaeblein, al punto de alborotarle el cuidado cabello de la letrada. La mujer sostuvo que fue un alivio para él esta decisión. Finalmente Zalazar (asistido por Graciela San Miguel), si bien fue el único condenado, enfrentaba un pedido de pena de 6 años que unificados se elevaban a 7 por el delito de tenencia de arma de guerra. El tribunal lo condenó a la mitad de la sanción solicitada y recibió la noticia con beneplácito: no podía contener la sonrisa. Si bien el tribunal dispuso la inmediata libertad en esta causa, como los imputados están a disposición de otros jueces seguirán detenidos mientras continúa el trámite.

La sentencia

La fiscal Cristina Herrera había solicitado duras sanciones en su alegato de clausura. Había requerido prisión perpetua para Muñoz y Damario como coautores de homicidio calificado por alevosía y subsidiariamente 27 años de prisión por homicidio agravado por el uso de arma, aunque sumado a otras condenas previas la sanción solicitada escalaba a los 32 años. Para Bassi, solicitó 22 años como instigador de homicidio agravado y 6 años para Popito por portación de armas. Contrariamente, las defensas requirieron las absoluciones de sus defendidos y lograron su cometido. Por unanimidad, el Tribunal Pluripersonal que presidió el juicio rechazó las nulidades planteadas por las defensas y absolvió por el beneficio de la duda razonable a los tres acusados del crimen de Claudio Cantero. Con esta decisión, que no se encuentra firme, el homicidio queda impune, aunque aún resta un vestigio de esta investigación en la etapa de instrucción donde la fiscal solicitó la indagatoria para Enzo C., y la identificación de otras tres personas más el llamado a informativa a Luis Paz.

Por su parte, Zalazar fue condenado por una portación de armas, que se hallaron en uno de los dos domicilios que se le allanaron. Esta sanción, de 3 años y 3 meses, luego será unificada con una condena anterior a un año en suspenso por encubrimiento.

Golpes

Los magistrados dispusieron la extracción de copias de la declaración testimonial de Eric Perea, uno de los acompañantes de Cantero la noche del crimen y el único que salió ileso del ataque. Durante su testimonio en el juicio, el muchacho reconstruyó la última noche de Cantero, cómo fue el ataque, no identificó a los agresores y dijo que la Policía lo fue a buscar a su casa y lo llevó a declarar. “Lo que me acuerdo bien es que me cagaron a palos, fueron a mi casa, me robaron, me amenazaron”, refirió. Y sostuvo que no hizo la denuncia y agregó que tenía temor: “Cómo no voy a tener miedo si me estaban pegando, me decían que me iban a meter preso, que iban a matar a mi hermana”. Ahora la Justicia debe investigar la golpiza y las amenazas.

Una denuncia contra el juez Vienna

El juez Juan Carlos Vienna fue denunciado por los delitos de prevaricato y recepción de dádivas. El magistrado instruyó la causa por el crimen de Martín «Fantasma» Paz, un hecho que hasta el momento no cuenta ni siquiera con sospechosos porque la pesquisa derivó en investigar el accionar del la llamada banda de Los Monos y determinó el procesamiento de unas 30 personas entre ellas varios policías, en una asociación ilícita dedicada a la comisión de diferentes delitos.

La denuncia fue presentada por Ramón Machuca, uno de los integrantes del clan Cantero, ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA) por su defensor, Carlos Edwards, y detalla lo que a su entender son los delitos cometidos por el juez en la instrucción del expediente que tiene a su cliente tras las rejas.

Vienna ya había sido denunciado por los abogados del coimputado comisario Sergio Blanche, y en esa causa tanto el procurador como la Corte provincial sólo aplicaron una sanción disciplinaria al magistrado por sus dichos en un video que grabó el acusado. Por eso, dice el abogado, «no se investigó el prevaricato y la admisión de dádivas (una moto hallada en un allanamiento por narcotráfico) que son objeto de la presente denuncia» y esa resolución de la Corte «no tiene ningún efecto jurídico respecto de los delitos ahora denunciados».

Para el abogado de Machuca, Carlos Edwards, «surge indudable la estrecha relación que ha mantenido o continúa el juez Juan Carlos Vienna con Luis Paz, vinculación que configura distintas conductas delictivas por parte del mencionado magistrado». Y sostiene que tanto en las audiencias orales y públicas realizadas para establecer responsabilidades en el crimen de Claudio «Pájaro» Cantero, se coincide en señalar a Luis Paz como «quien habría instigado el crimen del mencionado Cantero como venganza por la muerte de su hijo Martín».

«La relación de Vienna con Paz no se trataba de un simple vínculo entre el juez y el padre de una víctima cuyo homicidio el citado magistrado estaba investigando (como dijo Vienna cuando trascendieron planillas de Migraciones que mostraban que habían viajado juntos dos veces a Estados Unidos para presenciar veladas boxísticas) sino que, por el contrario, dicho progenitor aparece como vinculado a un homicidio cometido en venganza por la muerte de su hijo», sostuvo el letrado.

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