Este jueves, tras conocerse la absolución para Juan Trigatti decidida por el Tribunal que lo juzgaba por presuntos abusos en el jardín de infantes de la Escuela Ceferino Namuncurá, los fiscales Matías Broggi y Jorgelina Mosser Ferro, junto con la querellante, Carolina Walker, expresaron su descontento con la sentencia.
Mosser Ferro, sostuvo que en la consideración de los jueces, “se omitió escuchar a los niños, en una clara violación a las convenciones internacionales. Por tanto, una vez que tengamos los fundamentos de la resolución del tribunal, apelaremos la misma”.
Según la fiscal, las cámaras Gesell y las pruebas que se rindieron “fueron muy contundentes en cuanto a que los niños habían sufrido situaciones de abuso y que su relato fue sostenido a través de las distintas instancias. Ellos son claros en nombrar al profesor. Espontáneamente lo reconocen”.
En relación con las filmaciones de cámaras de seguridad en la escuela, señaló que la institución educativa “tenía la posibilidad de, inmediatamente, cuando pasaba algo, ir a las cámaras y controlarlas. Sin embargo, no lo hizo”.
Por su parte, Broggi apuntó a los testigos cuyos testimonios fueron tenidos en cuenta, en la mayoría de los casos, tendientes a destacar la calidad humana de Trigatti. “Pasaron a hablar bien en términos personales del imputado, pero no podían aportar nada a lo que era el hecho en materia de investigación“.
En la misma línea, Walker señaló que “una persona con buena imagen puede tranquilamente cometer abusos sexuales y, precisamente, esconderse en esa buena imagen para perpetrar esos abusos y procurar su impunidad. Es gravísimo que se absuelva por una buena imagen y no por la prueba“.