Luis “Pollo” Bassi, detenido en la provincia de Entre Ríos y procesado por los homicidios de Juan Pablo Colasso y del sindicado líder de Los Monos Claudio “Pájaro” Cantero, fue absuelto por el beneficio de la duda en un juicio bajo acusación de balear a otro ex barrabrava de Newell’s en marzo de 2012. La jueza de Sentencia 8ª, Marisol Usandizaga, consideró que la prueba aportada por la fiscal Viviana Baliche no alcanzó a dar certezas sobre la autoría del Pollo en la balacera que sufrió el hombre de entonces 34 años, indicó la defensa del acusado.
El hecho por el que fue juzgado Pollo ocurrió el 10 de marzo de 2012. Ese día, tres muchachos llegaron en un Peugeot 207 y estacionaron en Pueyrredón y Monteflores de Villa Gobernador Gálvez. El trío se bajó del auto y comenzó a llamar por el nombre al propietario de una de las viviendas de la cuadra. Víctor F. salió de su casa con su pequeño hijo en brazos y recibió una lluvia de balas. Tras el ataque, las víctimas fueron trasladadas a un centro de salud, indicaron entonces las fuentes. De acuerdo con la investigación, los pesquisas determinaron que el hombre pertenecía a la barra de Newell´s cuando Bassi aún era ladero de Diego “Panadero” Ochoa y lo que habría sido el móvil de la balacera fue que Víctor F. se alejó del círculo del Pollo.
En ese momento, los investigadores detuvieron a Facundo Muñoz, alias Macaco, Gabriel Ismael A. y Luis “Pollo” Bassi, quienes fueron imputados de tentativa de homicidio. Los acusados obtuvieron la falta de mérito por el hecho, decisión que se convirtió en un sobreseimiento para los dos primeros, aunque la Cámara Penal revocó la presentación respecto de Bassi y remitió la causa al Juzgado de Instrucción 5ª, donde la magistrada María Luisa Pérez Vara procesó al Pollo por los delitos de lesiones leves y graves agravadas por el uso de arma de fuego. La jueza Marisol Usandizaga, de Sentencia 8ª, resolvió hace más de diez días dictar la absolución de Bassi por el beneficio de la duda. “Entre los fundamentos, la jueza determinó que tanto los elementos como también los testimonios aportados por la fiscalía no lograron un grado de certeza sobre la autoría de mi defendido en el delito que se le imputaba”, describió Lucas Altare, abogado defensor de Luis Bassi.
Las causas por homicidio
El Pollo se entregó el 25 de septiembre del año pasado luego de estar cuatro meses prófugo ante el juez de Instrucción 11ª y quedó imputado como instigador del asesinato del líder de la banda Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero, ocurrido el 26 de mayo de 2013 a la salida de un boliche villagalvense, en el límite con Rosario. Bassi está acusado de ser el autor intelectual del crimen, mientras que Milton Damario y Facundo “Macaco” Muñoz fueron procesados como autores materiales. Esta causa es la que está más próxima a llegar a la instancia del juicio oral debido a que las partes esperan la requisitoria donde el fiscal Enrique Paz presentará la acusación y la pena solicitada.
Por el crimen de Juan Pablo Colasso, un barra de Coronel Aguirre de 30 años acribillado el 16 de noviembre de 2012 en la puerta de su casa de Bordabehere al 1400, en Villa Gobernador Gálvez, Bassi fue encausado junto con Macaco y Damario por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por el concurso premeditado de dos o más personas.
Saga fatal para una familia de remiseros
El apellido Bassi volvió a ser noticia el miércoles de la semana pasada, cuando un solitario pistolero acribilló a balazos a Luis Ángel Bassi, padre del Pollo, en la puerta de la remisería familiar de Villa Gobernador Gálvez, quien falleció horas después. En diez meses, tres miembros de la familia del Pollo fueron asesinados. Los hechos se ejecutaron con una mecánica idéntica.en inmediaciones de los locales que poseen los Bassi en la esquina de 20 de Junio y Chile. En todos hubo un solo tirador, quien ejecutó con pistola 9 milímetros a sus víctimas. A principios de febrero, un motociclista mató de dos disparos a su hermano Maximiliano y el 31 de diciembre su hermano Leandro murió dentro de la remisería luego de recibir cinco disparos por un hombre que llegó preguntando cuánto salía “un viaje al cementerio”.
