Un tribunal de La Matanza volvió hoy a absolver al confeso autor del femicidio de María Dolores Juncos, asesinada de once puñaladas en 2020 en Isidro Casanova, al declararlo nuevamente inimputable, y si bien la fiscalía y la familia de la víctima habían pedido que quede encerrado en un neuropsiquiátrico o en prisión domiciliaria, los jueces solo dispusieron que sea evaluado periódicamente y continúe en libertad su tratamiento psiquiátrico, informaron hoy fuentes judiciales.
El fallo fue dictado por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 2 de La Matanza que consideró inimputable a Ramón Hermes Acuña (79), quien había llegado a debate acusado del delito de «homicidio agravado por el vínculo de pareja existente con la víctima y por haberse perpetrado contra una mujer por un hombre mediando violencia de género», en perjuicio de Juncos.
«Estamos muy decepcionadas, sentimos que es una burla, una falta de respeto total. Como siempre, el asesino femicida tiene el derecho y el privilegio», dijo a Télam Virginia, hermana de la víctima, tras escuchar la sentencia en los Tribunales de La Matanza.
En los alegatos, el fiscal de juicio, Guillermo Bordenave, solicitó durante su alegato que Acuña, que actualmente tiene 79 años, sea encerrado en un neuropsiquiátrico del Servicio Penitenciario Bonaerense por un plazo de 45 años.
En tanto, el abogado Fernando Herrera, que representó como particular damnificado a los familiares de la víctima, acompañó el pedido del fiscal y solicitó, en forma subsidiaria, que Acuña reciba un tratamiento ambulatorio en un hospital de día, con control del juzgado.
Sin embargo, los jueces Arturo Federico Mateo Gavier, Lucila Laura Pacheco y Diego Sebastián Burgueño rechazaron ambos planteos y absolvieron a Acuña al considerarlo inimputable pero ampliaron «las reglas compromisorias de la excarcelación oportunamente dispuesta por el Tribunal en lo Criminal 1 de La Matanza (que estuvo a cargo del primer juicio oral), hasta la firmeza el presente fallo».
«Acuña deberá continuar con el tratamiento psicológico-psiquiátrico y presentar ante este Tribunal, cada seis meses, el informe de seguimiento», dice otro de los puntos del veredicto, que agrega que «en el plazo inferior a un mes se realicen todas las evaluaciones médicas necesarias para insertar a Acuña en un dispositivo interdisciplinario, se evalúe la necesidad de concurrencia a un Hospital de Día, y se realice un trabajo en la psicoeducación del grupo familiar para poder identificar pautas de alarma».
El abogado Herrera, que representó como particular damnificado a los familiares de la víctima, dijo a Télam que lo que hicieron los jueces fue «ser más rigurosos en cuanto a la excarcelación que tiene, es decir lo van a obligar a remitir los informes del tratamiento psiquiátrico y psicológico que está haciendo», pero «no lo trasladan al neuropsiquiátrico ni tampoco con arresto domiciliario como pidió la fiscalía y esta querella».
«Solamente ampliaron las reglas de conducta de la excarcelación, es decir, él sigue excarcelado nada más que fueron más rigurosos con las reglas de conducta, y lo van a controlar en la evolución psiquiátrica y psicológica», agregó el letrado.
«Obviamente voy a apelar eso, lo voy a recurrir, lo mismo que el fiscal, porque el pidió la internación en un neuropsiquiátrico y yo pedí la internación o mínimamente un arresto domiciliario», concluyó Herrera.
Por su lado, Virginia, hermana de Juncos (35), dijo que tanto ella como su familia se sienten «muy decepcionados» con los jueces y con la sentencia.
«Sentimos que es una burla y una falta de respeto total la resolución, como siempre el asesino femicida tiene el derecho y el privilegio. Por eso siguen matando, y a lo resuelto, que ellos lo van a controlar no lo creo… porque si no les importo dejar libre a un tipo que mató de más de 20 puñaladas a una mujer y después cobardemente se quiso suicidar menos les va a importar si él va o no al hospital», continuó Virginia.
«A lo que voy es que después de haber matado tan ferozmente a mi hermana siga suelto en su casa haciendo su vida normal como si no hubiese hecho nada. Es una vergüenza, así como también me pregunto qué resolverían ellos si tienen que juzgar a alguien que le haga daño o mate a un familiar de ellos, si lo dejarían suelto o serían severos», concluyó la hermana de la víctima.
Acuña ya había sido declarado «inimputable» el 22 de febrero del año pasado por el TOC 1 de La Matanza, conformado por los jueces Alfredo Drocchi, Matías Rouco y Andrea Schiebeler, a partir de una pericia psiquiátrica.
A pesar de ello, tres meses después, la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Matanza, presidida por el juez Gerardo Lucio Frega, hizo lugar a un planteo presentado por el fiscal Alfredo Luppino para que se «revoque el sobreseimiento» y «se haga nula la excarcelación».
Por ello, se ordenó la realización de un nuevo juicio (por el cual hoy se dictó sentencia) y que el hombre permanezca bajo el régimen de prisión domiciliaria que, según denuncia la familia de la víctima, el imputado no cumplía.
El nuevo juicio por el crimen comenzó la semana pasada, cuando se acusó a Acuña de «homicidio agravado por el vínculo de pareja existente con la víctima y por haberse perpetrado contra una mujer por un hombre, mediando violencia de género».
Durante la primera audiencia, declararon una de las hermanas de la víctima, la hija y el nieto de Hermes Acuña, y unos diez peritos que coincidieron en que el hombre es inimputable y peligroso para sí o para terceros.
Finalizados los alegatos, el imputado formuló sus últimas palabras, en las cuales admitió haber cometido el hecho y le pidió disculpas a la familia de Juncos, ya que aseguró que no la quiso matar y que no sabe por qué lo hizo.
El hecho ventilado en el debate sucedió el 15 de septiembre del 2020, cerca de las 11, cuando una empleada de limpieza que trabajaba en el inmueble de Acuña, en Isidro Casanova, escuchó gritos y junto con la hija del hombre encontraron a María Dolores fallecida en la cama.
A su lado, se encontraba con heridas en la garganta Acuña, quien intentó suicidarse tras asesinar a su pareja.
Cuando efectivos de la Comisaría de San Alberto oeste 4ta arribaron al lugar, constataron que la mujer había fallecido a causa de 11 heridas de arma blanca, mientras que Acuña fue trasladado de urgencia al hospital Paroissien.
Luego de recuperarse, el hombre fue alojado la Unidad Penal de Melchor Romero hasta que fue liberado el 22 de febrero pasado.