La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, presentó ayer en público a Mario Bravo, el nieto recuperado número 119 que se reencontró con su madre, Sara, lo que definió como un “milagro”.
“Vi la película de mi vida en blanco y negro. Pensás que te buscaron y que le faltaste a esa familia todos estos años. Lo que pasó es muy malo, muy feo, pero ya pasó. Yo tengo la suerte de haber encontrado a mi mamá con vida, eso es un milagro y tengo que aprovecharlo”, relató Mario, durante una conferencia de prensa en la sede de Abuelas, donde estuvo acompañado por su pareja y su hijo mayor.
Bravo tuvo palabras de aliento para todos aquellos que tienen dudas sobre su identidad, para que se animen a consultar a los organismos de Derechos Humanos y bromeó: “Ahora tengo seis hermanos, sobrinos y muchos gastos para Navidad”.
Sobre el esperado reencuentro con su madre biológica, Sara, señaló que fue “muy emotivo” y explicó: “Cuando dio a luz le pusieron una capucha y no escuchó más nada. Y ahora escucha mi voz y me abraza 38 años después”.
Al respecto, Carlotto, testigo directo del encuentro, resaltó que “fueron larguísimos los minutos de ese abrazo con su mamá”.
“Es lo que nos anima a seguir porque ese llanto era de amor. Lo visualicé como la mamá abrazando al bebé. No se podían separar. Era como si él estuviera naciendo en ese momento, porque era como una fusión en ese abrazo”, agregó la referente de Abuelas.
Más allá de manifestar su deseo por estrechar vínculos con su familia biológica, Bravo aclaró: “No reniego de mi pasado. Mis padres de crianza fueron engañados. Venían de perder una hija hacía seis meses y se dio la adopción”.
A su turno, Carlotto avaló las palabras de Bravo, al señalar que “lo criaron bien” y que “fue feliz con esa familia”.
En un comunicado oficial, Abuelas informó que Sara fue secuestrada en julio de 1975 en Tucumán y fue mantenida en cautiverio, donde “dio a luz” entre mayo y junio de 1976. Sara fue liberada en noviembre de 1976.
También se supo que Mario “desde muy chico sospechaba que no era hijo de quienes lo criaron”, pero que recién “en febrero de este año, se animó a presentarse en la filial de Abuelas de Rosario”.
“En agosto se cursó el pedido al Banco Nacional de Datos Genéticos para que se le efectúe la extracción de sangre y, el 19 de noviembre último, se informó el resultado del entrecruzamiento, que confirmó que es hijo de Sara”, se informó.