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Abusó de su hija y deberá pasar 11 años tras las rejas

El padre la sometió sexualmente durante ocho años, lapso en el cual la chica tuvo una niña.

La Cámara Penal confirmó un fallo dictado contra un hombre que abusó de su hija durante ocho años y la dejó embarazada. El acusado, de 53 años, había sido condenado en enero pasado por el Juzgado de Sentencia de la 7ª Nominación a la pena de 11 años por el delito de abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por ser cometido por un ascendiente y aprovechando la convivencia con la menor. La Sala I de la Cámara Penal revisó el fallo y entendió que la versión de la joven fue espontánea y verosímil y que el estudio de filiación confirmó las relaciones sexuales entre padre e hija, que según se desprende de la causa, se cometieron dentro del seno familiar por lo que respaldó la decisión de primera instancia.

La víctima vivió en la provincia de Misiones con sus abuelos paternos hasta que éstos fallecieron –cuando ella tenía 14 años–, hecho que significó un cambio rotundo en su vida. La por entonces adolescente fue traída a Rosario a vivir con sus padres biológicos con quienes no mantenía contacto fluido. Cuando la chica tenía 15 años, comenzó a ser abusada por su padre mientras su madre atendía un pequeño almacén que funcionaba al frente de la casa familiar, refiere el fallo de primera instancia. Los abusos empezaron a ser cada vez más frecuentes y violentos. Y si bien la madre conocía la situación, nunca intervino, e incluso responsabilizó a la joven por los ataques del padre, sostiene el escrito.

Según  el  testimonio  de  la víctima, el primer hecho de abuso lo padeció a los 15 años, mientras su  madre atendía un negocio en el frente de la vivienda. La joven contó en sede judicial que debido a sus gritos, su mamá fue y la revisó y luego de decirle una serie de barbaridades, le echó la culpa de lo sucedido. A partir de allí los abusos se hicieron más frecuentes y se ejercían a través de la violencia, ya que su padre la golpeaba  y eso le generaba un gran temor, por lo que los abusos se extendieron en el tiempo.

A la edad de 18 años quedó embarazada y tuvo una niña. Durante el juicio se comprobó, a través de un análisis de ADN, que la criatura era de su padre. En su defensa, el hombre sostuvo que las relaciones sexuales que mantenía con su hija eran consentidas y sin violencia, y llegó a decir que la chica insistía en ir a un hotel cuando él la llevaba de compras a un supermercado.

El abogado defensor del hombre refirió que la madre de la víctima nunca vio nada raro y que en el proceso no existen pruebas de violencia contra la joven para lograr un acceso carnal y menos aún, se probó la fecha en que los presuntos abusos se produjeron.

Pero la fiscalía solicitó la confirmación de la sentencia, sostuvo la inexistencia de consentimiento por parte de la chica y citó las conclusiones de la Junta Médica Psiquiátrica que refirió: “No hay posibilidad de que una relación entre un adulto de 50 años y una adolescente de 17 sea una relación de pares; lo vivido por la víctima es altamente traumático por lo que los interrogantes acerca de la fabulación pierden relevancia frente a un daño psíquico tan importante”.

La acusación entendió que no puede considerarse consentido el sometimiento violento ejercido sobre la menor, ya que sin lugar a dudas ocurría bajo el dominio de sus únicos referentes: su padre, quien la violaba, y su madre que, conociendo la situación, además de culparla permitía que la situación continuara.

Ante los planteos de las partes, la Sala I de la Cámara Penal compuesta por los magistrados Carina Lurati, Alfredo Ivaldi Artacho y Ernesto Pangia, consintió la postura fiscal y confirmó la sentencia. Los magistrados concluyeron que la versión de la víctima era espontánea y verosímil y que el estudio de filiación de paternidad del acusado prueba las relaciones entre víctima y victimario. Los camaristas entendieron que la vida de la joven fue de abusos constantes debido al lugar de mujer en el que la puso el padre, lo que generó la necesidad de un tercero –en este caso el sistema judicial– que pusiera orden, refiere el fallo.