La cantante de pop latina, Gloria Trevi, absuelta hace dos décadas de la acusación de corrupción y abuso de menores junto a su ex manager y productor, Sergio Andrade, presentó una contrademanda contra él, afirmando que también fue víctima de abuso sexual, informó la prensa internacional.
Trevi y Andrade habían sido acusados de corrupción y abuso de menores en los años 90 y en enero de 2000. La pareja, junto con la corista María Raquenel Portillo, fueron arrestados por su conexión con una supuesta secta.
Trevi cumplió cuatro años en una prisión de Chihuahua, pero finalmente fue absuelta de esos cargos en 2004 y continuó con su carrera, lanzando álbumes que encabezaron las listas de éxitos y realizando espectáculos en estadios.
En 2018, pronunció un emotivo discurso en los Latin American Music Awards donde explicó que tenía apenas 15 años cuando Andrade, a quien no identificó por su nombre, la arrastró a un mundo de abuso y manipulación, como recordó la agencia Télam.
Según el portal especializado Variety, Andrade, quien según el expediente reside actualmente en México, fue condenado por sus crímenes pero aún no ha comparecido ante el tribunal ni ha respondido a las acusaciones formuladas en su contra en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles.
Ahora, Trevi decidió presentar una contrademanda. En un comunicado compartido por su abogada, Camille M. Vasquez, la cantante mexicana dice: «He elegido emprender esta acción legal para luchar por la justicia y enviar un mensaje de que actos tan atroces no deben ser tolerados. Nadie debería tener que pasar por lo que yo experimenté y estoy decidida a responsabilizar a los responsables por sus acciones».
Allí, Trevi explica que había elegido guardar silencio sobre el «horrible abuso» que sufrió durante tantos años para evitar revivir las «horribles experiencias» y, lo más importante, “proteger a sus hijos y a su familia».
La presentación describe a la cantante de «No querías lastimarme» y «Con los ojos cerrados», como la «Madonna mexicana» de finales de los años 1980 y 1990 que «sin el conocimiento del público» estaba siendo «controlada, torturada mental y físicamente y efectivamente esclavizada por Andrade» y continúa diciendo que ella era el «activo más valioso» de Andrade y era «la mujer que él estaba más decidido a controlar y subyugar».
«Andrade, cuyo hermano era senador, también estaba bien conectado con la élite política y empresarial mexicana y ocupaba una posición de importante poder e influencia cultural», según el documento. Y destacan que «ese puesto le permitió atraer a muchas jóvenes a su esfera de influencia» para que «lanzara sus carreras».
«Pero una vez que estas jóvenes y mujeres fueron atraídas a su esfera por sueños de estrellato, las sometió a un control total y a un abuso sádico: mental, financiero, físico y sexual. La señora Trevi era una de esas mujeres jóvenes», afirmó el escrito.
En ese contexto, Trevi sostuvo que no tenía control sobre el dinero generado por sus actuaciones y ventas de discos, que era desviado a Andrade a través de su empresa, y que la golpeó «brutalmente», «a veces hasta dejarla inconsciente, como castigo por transgresiones inventadas».
Además, lo acusó de agredirla sexualmente y que la violó brutalmente varias veces, lo que la llevó a intentar suicidarse. Trevi afirma que muchos de estos crímenes fueron cometidos contra ella en Los Ángeles, donde presentó la contradenuncia.