Mercedes Simoncini. Licenciada en Trabajo social/ Colegio de Profesionales de Trabajo Social Santa Fe 2da.Circ.
¿ qué silencio es culpable de la muerte de un hombre?
¿ qué silencio en nosotros ha colgado inocentes;
¿ qué silencio maldito ha cegado a algún hombre?
¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?
¿Qué silencio aprendido aprendido nos preserva la vida;
¿Qué silencio oportuno nos convierte en prudentes?
Silvio Rodríguez . . Cuantas Veces al día
El domingo pasado se celebró el día de la Niñez. Nuestras mentes fueron invadidas por millares de mensajes acerca de cómo hacer feliz a las infancias, la mayoría con un contenido claramente comercial, haciendo alusión que la felicidad, la seguridad, pasa por tener una buena Tablet, un celular, o juguetes variados. En esta modalidad publicitaria, la mayoría de ellas mostraban a les niñes como seres con totales decisiones de comprar lo que deseen, con facilidad y elocuencia de palabras, ocultando otras realidades y condiciones que atraviesan a las infancias desde hace tiempo. No obstante estos intentos de instalar la idea romántica de “un mundo feliz” las realidades saltan a la luz y muestran que esa sensación de bienestar es inexistente para una gran parte de la población infantil de Argentina y del mundo.
Nos sigue doliendo e impactando las imágenes de la madre y familiares de Guadalupe Lucero, la niña de 5 años desaparecida en San Luis desde el 14 de junio de este año, y la de niñes que aún no se sabe su paradero, o de quienes han sido separades de sus circulo de vida para ser esclavizades sexualmente u obligarles a trabajos forzados.
También quienes viven con terror e inseguridades sobre lo que pueda sucederles incluso en su propio entorno familiar.
El lenguaje, como convención social y práctica cultural, muchas veces cristaliza reproduce desigualdades. La formación de opiniones, prácticas, formas de relacionarse se van replicando y sembrando aún sin ser conscientes de esto, a través de las palabras, las imágenes.
Aún hoy existen discursos y modalidades lingüísticas utilizados en distintos ámbitos cuando se refieren a la niñez, que aluden a la pertenencia y propiedad de las infancias, que no han sido cuestionados en la total dimensión que se merecen, como así también la reiteración en el uso de la palabra niño para nombrar a todas las infancias.
Uno de los ejemplos más claros sobre lo que se desarrolla en este escrito, fueron las expresiones editadas por el diario La Republica de la provincia de San Luis justamente un día antes de la celebración del día de la niñez, refiriéndose a la niña Guadalupe Belén.
“… es una desaparición con motivo desconocido que abre un abanico de posibilidades delictuales, por lo que hay que investigar todo lo que surge”, le sintetizó este viernes a El diario una fuente que está en el corazón mismo de la pesquisa. No es certero qué delito puede haberse configurado, pero la densa sospecha de que algo grave está latente desde aquel anochecer del 14 de junio, cuando la pequeña se esfumó de la manzana H”…del barrio 544 viviendas de San Luis “. Diario La República 14 de agosto 2021
Este uso del lenguaje, es una vulneración grave a los derechos humanos, en la utilización de conceptos que aluden a la responsabilidad de una niña el hecho de desaparecer, denotando una naturalización de las tragedias que se viven a diario, del abuso, la violencia en todas sus formas.
Entre los avances de las legislaciones y los hechos que las contradicen
Hacia la década de 1990 se contempla una nueva posición sobre la infancia, basada en los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño. Dicha Convención firmada en Argentina en 1994, nombra a las niñas y niños sujetos de derecho, es decir que, a partir de entonces, son ellas y ellos quienes pueden decidir sobre su futuro. En el año 2005 se promulga también la ley de Protección Integral a la Niñez, Nro. 26061 que amplia y ratifica estos derechos.
Se destaca además que desde el año 2020 la Secretaría de Niñez Adolescencia y familia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación estableció la necesidad de cambiar el nombre del día del Niño, por día de las Infancias, para posicionar el enfoque de derechos con perspectiva de géneros y diversidad en la forma de representar a la diversidad de las vivencias de la niñez.
Lo que no se nombra, lo que se trata de ocultar, surge de las profundidades más oscuras.
Cuando la vida misma se convierte en un escenario demasiado frágil y la sensación de desamparo cobra vigencia cada vez más, se hace urgente la necesidad del amparo de otras personas, instituciones. Una otredad que esté dispuesto a sostener, a entender, a acompañar, que brinde confianza, contención y comprensión de los que les está sucediendo. Los grandes avances realizados por los movimientos de Mujeres, los Encuentros Nacionales de Mujeres, junto a organizaciones comunitarias, feministas, han posibilitado que hoy estas familias, mujeres, amistades, vecines, tengan la capacidad de reclamar respuestas y poner en evidencia los intentos de estigmatizar, evadir responsabilidades intentando culpabilizar a quienes están en grave riesgo de vulnerabilidad de su derecho más elemental que es su derecho a la vida.
Es oportuno destacar que en esa provincia se logró La constitución de un “frente por la aparición de Guadalupe” integrado por familiares de la niña, organizaciones sociales, feministas y gremios.
Desde este frente elaboraron un comunicado que se transcribe en este escrito ya que demuestra, las posibilidades que se encuentran en las alternativas grupales, de colaboración, solidaridad, permitiendo la capacidad de acompañar, reaccionar y pensar en forma crítica y colectiva.
“Repudiamos la utilización de la expresión se esfumó , que no solo naturaliza un suceso gravísimo, sino invisibiliza la violencia y el hecho criminal delictivo del acto del secuestro de Guada, minimizando la gravísima situación. Que no es algo que ella misma pudo hacer por sus medios y que las personas adultas, jóvenes y las niñeces no se esfuman, tampoco desaparecen, les secuestran, les raptan, les desaparecen.
Esta forma de expresión no cuidadas, son violentas, revictimizan a las familias e incurren además en violencias mediáticas y simbólicas, y gravemente eluden las responsabilidades que como cuarto poder tiene la prensa en la trascendencia de la información sobre la repercusión y reproducción social y cultural.
Es imprescindible la capacitación en perspectiva de género y transversalizacion en todas las temáticas en los medios de comunicación.
Asimismo manifestamos que la información dada a conocer sobre el número de personas que marcharon al cumplirse dos meses de la desaparición de Guadalupe Belen Cialole, es incorrecta y esta minimizada por lo que se pide precisión y certeza al momento de informar.
Aprovechamos además de esta posibilidad para solicitar al sr. Gobernador de la pcia de San Luis, que tome la palabra para hablar de Guadalupe al pueblo y a la familia, también se arbitren los medios necesarios para que el estado dé con el paradero de Guadalapue”. . ( fuente Diario Atenea Perspectiva. 17 de agosto del 2021)
Como Colectivo de Profesionales de Trabajo Social, no podemos permanecer ajenos e impasibles a estas problemáticas, teniendo en cuenta que nuestra intervención es esencialmente en los territorios donde suceden estos hechos y en las Instituciones gubernamentales donde en su mayoría se elaboran y deberían implementarse políticas públicas dirigidas a la población infantil y el cumplimiento de estos derechos. Estas realidades nos desafían a reforzar nuestro compromiso en la Defensa irrestricta de los Derechos Humanos tal como lo plantea la Ley Federal de Trabajo Social 27072 promulgada en diciembre del año 2014, quien entre otros postulados plantea: … “los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Respaldad por las teorías del trabajo social, las humanidades y los conocimientos indígenas , el trabajo social involucra a las personas y estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar”. ( Capitulo 2, art. 4).
En esa perspectiva, les profesionales de Trabajo Social deberíamos trabajar en forma coordinada con otras disciplinas (área salud, pediatría, enfermería, psicología, pedagogía, docentes, terapistas ocupacionales, operadores comunitarios) incorporando e involucrándonos con nociones tan fundamentales como la categoría de sujeto de derecho y todas sus implicancias. El acompañamiento activo nos permite ver con qué herramientas, elementos, recursos cuentan las personas adultas o pequeñas que acuden a los servicios padeciendo situaciones arrasadoras de su subjetividad. Es un desafío imperioso propiciar espacios de Encuentros, de debates que impliquen un compromiso efectivo en nuestras prácticas, apostando a la prevención, a la escucha sin juicios previos, a habilitar la palabra y la confianza.
En estos procesos de construcción permanente, será necesario e imprescindible aprender a convivir con la diversidad y la diferencia, recurrir a descolonizar nuestro pensamiento, y mantener una posición crítica de nuestras propias cotidianidades y estereotipos adquiridos culturalmente.