Los trabajadores de la planta Navarro perteneciente a la firma Acindar siguen con mucha incertidumbre. El Ministerio de Trabajo provincial prorrogó la firma de un acuerdo con la empresa que en principio les garantizaría la continuidad laboral por seis meses y así evitar el cierre definitivo. La reunión para estampar las rúbricas se llevará a cabo mañana. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) quiere dejar sentado el denunciado “vaciamiento progresivo de la fábrica que los titulares están haciendo”.
Crisis anunciada
El estallido del conflicto en la planta ubicada en avenida Presidente Perón (ex Godoy) al 8000 se venía anunciando desde fines del año pasado, cuando la siderúrgica Acindar informó a sus obreros que iba a reducir de tres a dos los turnos de producción de hierros y palanquillas. La situación se agudizó en septiembre, cuando unos 80 obreros tomaron retiros voluntarios. Según dirigentes gremiales de la UOM, fueron forzosos. La fábrica sufrió un fuerte recorte y hoy apenas cuenta con 36 empleados, entre contratados y efectivos. “Fueron metiendo miedo para llegar a la situación de despidos encubiertos. Amenazaron siempre con la posibilidad del cierre. También se anticiparon jubilaciones y no se renovaron varios contratos. En julio ya se había ido otros 17 compañeros”, contó a El Ciudadano Fernando Nano, delegado de la planta.
A principio de diciembre el gerente de producción de la planta Navarro informó a 24 trabajadores que debían presentarse en otra planta de la empresa llamada Heredia y ubicada a pocas cuadras de Perón al 8000. Allí iban a continuar sus tareas. El primero de diciembre Navarro dejó de producir casi por completo luego de que la empresa Litoral Gas le cortó el fluido que abastece el horno. Parte de la UOM y los empleados vieron un nuevo paso hacia un cierre definitivo. Decidieron hacer una protesta. Los directivos de Acindar aceptaron elaborar un plan de trabajo por los próximos seis meses.
Acuerdo por continuidad
El compromiso de los empresarios se iba a sellar hace 15 días en las oficinas del Ministerio de Trabajo santafesino. Sin embargo, todo se dilató y ahora la rúbrica de todas las partes se estampará mañana. “La idea es, además de garantizar la continuidad laboral, dejar sentado que si ellos siguen con el tren laminador parado esto se muere. Esa es la actividad fundamental de la planta. Es muy limitado lo que se puede hacer con el horno apagado”, explicó Mario Maciel, otro de los delegados. “Sólo se está haciendo carga, descarga y el enderezado de ángulos y perfiles que ya están laminados. Son todas actividades secundarias”, agregó el trabajador.
De acuerdo con Maciel, los empleados reubicados en la planta Heredia sólo trabajarán por un tiempo. “Las vacaciones sumaron incertidumbre”, sostuvo y detalló que hacen tareas de empaquetado y despacho. “Funciona con los productos que laminamos nosotros antes de que apaguen el horno. Le dan terminación a lo que hacemos. Es sólo una planta alternativa”, abundó Maciel.
Palabra de la empresa
Tal como publicó El Ciudadano Acindar informó a fines del 2015 que el ajuste se debía al contexto económico recesivo, aunque buscaron aclarar que la eliminación de un turno de producción no significaba despidos sino retiros voluntarios acordados, algo que los trabajadores niegan. Según la empresa, los retiros son más beneficiosos que las indemnizaciones por cesantías e iban a pagar en cuotas. La compañía dijo ofrecer a los retirados el pago de capacitaciones en otros oficios.