Timothée Chalamet es uno de los actores más talentosos de su generación que en los últimos días ha sido muy elogiado por la crítica a partir de su notable interpretación de Bob Dylan en la nueva película biográfica sobre el cantautor estadounidense.
Un completo desconocido (A Complete Unknown) ya obtuvo tres nominaciones a los Globos de Oro y es firme candidata a participar en la carrera por los premios Oscar que se entregarán en marzo del próximo año, al tiempo que se conoció que se estranará en la Argentina a fines de enero.
The Guardian dijo que Chalamet demostró una «audacia increíble» en su interpretación, mientras que Empire afirmó que el actor es «magnífico» y que su «talento musical es incuestionable».
Sin embargo, The Independent afirmó que la película biográfica «juega demasiado a lo seguro» y Screen Rant describió el film como un retrato «fascinante aunque frustrante».
El propio Dylan apoyó la película en X la semana pasada, aunque todavía no la había visto. «Timmy es un actor brillante, así que estoy seguro de que será completamente creíble haciendo de mí. O un yo más joven. O algún otro yo», señaló el músico.
En su crítica de tres estrellas, Clarisse Loughrey, de The Independent, escribió que la película «adopta una postura reverente ante el arte de Dylan, poblada de interpretaciones musicales técnicamente logradas».
A su vez, dijo que la voz de Chalamet «no es perfecta, pero sin duda es impresionante», y añadió que la película «está rodada con una verdadera sensibilidad hacia el paisaje emocional de cada tema».
Por su parte, Pete Hammond, de Deadline, alabó el diseño de producción, el vestuario y la fotografía del largometraje, así como la interpretación de su protagonista. «En el centro de todo esto está la extraordinaria actuación de Chalamet, que interpreta él mismo todas las canciones de forma asombrosa y auténtica. No hay playback ni mezcla de voces entre el actor y el personaje», señaló.
Y sumó: «La música, por supuesto, vale el precio de la entrada, pero en manos del director James Mangold, afortunadamente, hay mucho más que añadir, convirtiendo así a Bob Dylan en poco menos que un completo desconocido para cuando ruedan los créditos».
Peter Bradshaw, del diario The Guardian, le otorgó cinco estrellas al film y elogió la «hilarante y seductora interpretación» de Chalamet. «Curiosamente, la historia, a pesar de los tropos clásicos de la biopic musical que Mangold tanto hizo por popularizar, no se ajusta al formato clásico de ascenso-caída-aprendizaje-experiencia-regreso. Todo es ascenso, pero problemático y poco claro».
La película está basada en el libro de Elijah Wald, Dylan Goes Electric!, publicado en 2015. Ambientada a principios de la década del 60, narra el ascenso a la fama de Dylan y el conflicto entre sus raíces folk y su deseo de ampliar su repertorio para incluir el rock and roll.
La fricción está representada por la elección entre el uso de la guitarra acústica y la eléctrica, y las letras de Dylan se vuelven gradualmente más atrevidas y reflejan mejor el mundo que ve a su alrededor.
El film culmina con la histórica actuación en el Festival de Folk de Newport en 1965, en la que Dylan fue abucheado por algunos miembros del público por tocar una guitarra eléctrica acompañado por la Paul Butterfield Blues Band.
La película también sigue las relaciones sentimentales de Dylan con dos mujeres en particular: la activista de los derechos civiles Sylvie Russo, interpretada por Elle Fanning, y la artista folk Joan Baez a cargo de Monica Barbaro.