A partir de la publicación del nuevo precio del biodiésel para el mercado interno automotor y ante la confusión generada en el público general acerca de la incidencia de éste en el precio del gasoil en surtidor, desde la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles nos vemos en la necesidad de aclarar que:
El precio del biodiésel para el mercado interno automotor se fija mensualmente a partir de una fórmula polinómica que contempla todos los costos del sector, siendo los principales factores que inciden en la determinación del precio la cotización del aceite de soja (materia prima que representa más del 85% del costo de producción, y la variación del tipo de cambio). Esta fórmula de determinación de precio es estipulada y aplicada por el Ministerio de Energía de la Nación, y en cumplimiento con lo establecido por la Ley 26.093.
Por lo expuesto, el precio mensual que publica el Ministerio de Energía surge exclusivamente de los costos que tiene el sector para la producción de este biocombustible.
El precio que regirá a partir de mayo representa una variación del 1.4% respecto de abril.
Vemos con asombro cómo se desinforma de manera intencionada al público en general sobre la incidencia del biodiésel en el precio final del gasoil, y cómo se nos responsabiliza por las constantes subas en los precios del gasoil en el surtidor por parte de las empresas petroleras.
Para echar un poco de claridad sobre el asunto, hoy en Argentina el biodiésel se mezcla con el gasoil en un 10%, y al ser nuestro biocombustible más barato que el litro de gasoil el producto final termina siendo más barato que si estuviera compuesto 100% por petróleo. Esto significa que nuestro biocombustible no sólo tiene una incidencia mínima en la composición del precio final del gasoil, sino que permite que el mismo sea más barato, funcionando como un “colchón” para el bolsillo del consumidor.
Para ejemplificar, desde octubre de 2017 el precio del gasoil acumula un incremento mayor al 20%, mientras que el biodiésel, que se corta al 10% en dicho combustible, tuvo una variación del 12%. Es decir, el biodiésel generó un ahorro para el consumidor de gasoil mayor al 8%. Por esto resulta engañoso que se acuse a nuestro sector de cualquier aumento.
Otro punto que nos gustaría aclarar es que las empresas elaboradoras de biodiésel para el mercado interno somos alrededor de 30 pymes que nos encontramos distribuidas en el interior del país para dinamizar y contribuir: al desarrollo de las economías regionales; la diversificación de la matriz energética; la sustitución de importaciones la industrialización de la producción primaria y la preservación del medio ambiente.
Nuestras empresas se dedican exclusivamente a distribuir biodiésel para el mercado interno para mezcla del 10% con gasoil, por lo que cumplimos con altos estándares de calidad en nuestros productos y plantas.
La producción de biodiésel pyme no sólo dinamiza la economía del interior del país, sino que también contribuye reducir los gases de efecto invernadero en beneficio del medio ambiente, por ejemplo, en un año se evitó emitir más de 800 mil toneladas de dióxido de carbono equivalente (TnCO2eq).
Es importante pensar el biodiésel de manera estratégica y a largo plazo, nos permite como país tener energía de manera independiente y autónoma de los países productores de petróleo.
Además, es beneficiosa para la Argentina, genera un ahorro anual de divisas en el orden de 265 millones de dólares, ya que por cada tonelada de biodiésel producido se evita importar 1 tonelada de gasoil.
La producción de biodiésel surge como un eslabón al final de la cadena de valor de la soja, que permite agregar valor al aceite en territorio argentino. Dicha valoración se direcciona en dos sentidos: por un lado, es una cuestión estratégica en cuanto al aprovechamiento de la materia prima que el propio país produce, junto a las inversiones, empleo y actividad económica que genera.