El pibe entró encapuchado por el pasillo y gritó: “Esto es por culpa de tu hermano que mató a mi mamá”. Sacó un arma y disparó contra Pupi, quien tomaba una gaseosa con amigos en un corredor angosto de la zona sur. La víctima cayó arrodillada y el atacante descargó su furia a balazos. Pupi murió y otras dos personas resultaron heridas, entre ellas un nene de 11 años. Por el crimen, uno de los hermanos Funes, Alan, cayó preso. Alan tenía 17 años entonces y tras su presentación el Juzgado de Menores Nº 3 lo envió al Irar. Sus abogados hicieron varias presentaciones para lograr su libertad pero los dictámenes fiscales y de la jueza le negaron el beneficio. Este miércoles, durante una audiencia de apelación, se conoció un acuerdo entre Fiscalía y la defensa para otorgarle un arresto domiciliario. Los abogados de Alan desistieron del recurso y pidieron la remisión del caso al tribunal para presentarlo. La domiciliaria llega cuando el proceso cerró su etapa probatoria y hay testigos que no se presentaron a las citaciones.
a sangre fría y sin importarle nada
El 1º de mayo, Julio Manuel “Pupi” Solaro estaba en su casa en un pasillo de Ayacucho al 4300. La noche anterior había salido a bailar y durmió hasta tarde. Cerca de las ocho de la noche, salió de su casa y se quedó en el pasillo con otros amigos tomando una gaseosa. Como era feriado había gente amontonada en un quiosco a unos metros más adelante.
Un pibe encapuchado entró al pasillo, se acercó a Pupi y gritó: “Esto es por culpa de tu hermano que mató a mi mamá”. Pupi no entendió el mensaje, no sabía a quién le gritaba el intruso. Entonces se agachó a tomar el envase y el atacante desenfundó un arma. Le dio dos disparos. Pupi Solaro cayó arrodillado. Entonces los tiros se multiplicaron. Pupi recibió heridas en el pecho y la panza. Mientras, la gente corría para protegerse. Los plomos fueron en distintas direcciones y un nene de 11 años recibió dos tiros en la espalda y un muchacho de 18 fue baleado en la panza.
Ulises Funes, hermano de Alan, fue detenido un rato más tarde en una gomería de Uriburu y Ayacucho donde trabaja, aunque poco después recuperó la libertad. La evidencia señalaba a su hermano. Para los investigadores el eje de este crimen fue la muerte de Mariela Miranda, madre de Alan, ocurrida el 11 de marzo en la zona sur. Por este homicidio está detenido Alexis Caminos, el archirrival de los Funes, en una disputa por el territorio y también por la barra de Newell’s materializada en distintos hechos de sangre que incluyen como protagonistas a miembros de uno y otro grupo, pelea que dejó tres decenas de muertes en los últimos 19 meses, en una saga que se inició precisamente con el crimen de Miranda.
Alan se presentó junto con sus abogados unos meses después del crimen y quedó a disposición del Juzgado de Menores Nº 3. El pibe fue derivado al Irar. Mientras tanto, sus defensores presentaron en varias oportunidades pedidos de libertad que fueron sistemáticamente rechazados por el Juzgado y por la Cámara Penal.
Pero los abogados no se rinden. El trámite del caso está en el final de la fase probatoria. Una fuente judicial dijo que hay testigos que no se presentaron a declarar y el momento procesal para hacerlo está por terminar. En esta audiencia la Fiscalía, representada por Cristina Herrera, y los defensores de Alan acordaron una detención domiciliaria. El dato surgió en una audiencia de segunda instancia donde los defensores Federico Laurito y Juan Pablo Audisio anunciaron el acuerdo y desistieron del recurso planteado en la Cámara por uno de los tantos rechazos al pedido de libertad. Los abogados pidieron que el expediente vuelva al Juzgado de Menores para presentar el documento con las condiciones del acuerdo. La solicitud propone que Alan sea trasladado al domicilio de un familiar, donde cumplirá la medida judicial aunque aún resta el cumplimiento de algunos requisitos legales.