Un joven fue condenado este jueves a 20 años de prisión por un crimen cometido en octubre de 2019, cerca de barrio La Lagunita, en la zona sudoeste. A la pena se arribó mediante un procedimiento abreviado que fue homologado por un tribunal pluripersonal con el consentimiento del imputado, de los familiares del chico asesinado y de las otras dos víctimas, ya que la secuencia de disparos los dejó heridos y uno quedó parapléjico.
El condenado es Nelson Gabriel “Chuky” Lobos, quien en abril cumplió 20 años, y además de recibir la sentencia deberá resarcir a las víctimas y allegados con 800 mil pesos, señaló el fallo que cerró el expediente sobre el ataque que mató a Micael Alexander Ojeda, de 21 años, y dejó baleados a los hermanos Alexis y Jonatan M.
Chuky fue detenido el 5 de enero de 2020 en barrio La Lata; entonces contaba con un pedido de captura y a los pocos días fue imputado por cuatro delitos: homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, tentativa; abuso y portación de arma.
Durante la investigación se determinó que el crimen estuvo motivado por una discusión que se originó la madrugada del 12 de octubre de 2019 en la puerta de un quiosco de Saavedra y Campbell. Chuky tuvo un cruce con Alexis, conocido como Melli, ya que éste tenía un hermano mellizo, Matías Ezequiel Ibáñez, el cual fue asesinado el lunes 10 de mayo pasado.
Un joven fue asesinado a disparos: sus atacantes llegaron en taxi a su casa y abrieron fuego
En esa escaramuza Chuky recibió dos trompadas en la cara porque –según los testimonios– injurió a la madre de Melli, quien había sido asesinada tiempo atrás, y por esa golpiza Chuky juró venganza. “Ahora voy y te mato a vos y a toda tu familia”, dijo, según señalaron varios testimonios.
La amenaza se materializó a las 4 en pasaje 1876 al 3500 donde había varias personas, incluidos los Melli, la víctima fatal, Micael, y los otros hermanos heridos.
Imputación por crimen en el sudoeste: “Voy y te mato a vos y a toda tu familia”
Según dijeron los testimonios y ratificó el fallo, Chuky llegó como acompañante en moto desde bulevar Seguí y a diez metros de la juntada disparó una decena de tiros sin un blanco fijo.
Micael falleció por un impacto que le provocó una hemorragia masiva de tórax. En esa cortada se desarrollaba una fiesta de cumpleaños donde también estaban los hermanos Alexis Natanel, de entonces 24 años, y Jonathan Isaías M., de 20. Estos resultaron heridos. Según confiaron fuentes del caso, la mayor de las víctimas quedó parapléjica como consecuencia de un neumotórax.
Una decena de testimonios, varios de ellos reservados, dieron cuenta de la secuencia. Además, es de destacar que uno de los jóvenes que esa noche pernoctaba con Chuky, Alan Alexis Sanabria Gómez, apodado El 42, fue asesinado en enero pasado en Magallanes al 3200, también en el populoso barrio Triángulo.
Un muchacho de 23 años fue asesinado a balazos en barrio Triángulo
“Yo ese día fui a una fiesta a la casa de un conocido, en una cortada. Nos quedamos ahí hasta las 4. En un momento fui con un amigo a un quiosco que queda Saavedra y Campbell. Ahí estaba un chico de nombre Brian hablando con un pibe apodado Chuki, con El 42 y el Gusanito. Se veía que estaban discutiendo. De ahí nos volvimos a la fiesta y después me contaron que se había armado un problema, me dijeron que uno de los mellis le había pegado a Chuki y que este último había dicho que «ahora venía». Después de la fiesta nos fuimos para la casa de los mellis y nos quedamos en la puerta de su casa. Cuando me estaba yendo, veo tres motos y que Chuki venía como acompañante de una que era modelo Titan. Chuki llevaba un arma, yo vi que la sacó antes de llegar a la esquina. Que al toque se escuchó «eu» y yo vi que él se metió adentro del pasaje y se escucharon los tiros”. Otros testimonios indicaron que Chuky “era quien cobraba la zona para los Cantero”, en referencia a la banda Los Monos.
Con el caudal de evidencia contra Chuky, la Fiscalía acordó una pena de 20 años y el pago de 800 mil pesos a modo de resarcimiento a ambas familias. Así lo homologó un tribunal integrado por los jueces Rodolfo Zvala, Rafael Coria y Nicolás Vico Gimena. La pena también incluyó el delito de tenencia de arma, por un revólver hallado durante un allanamiento en su domicilio en abril de 2019.
“El hecho de portar un arma de fuego de grueso calibre, efectuar disparos, a una pluralidad de personas con intención homicida, darle muerte a una, dejar inválida a otra luego de que corra riesgo su vida y herir gravemente a otra, son todas circunstancias que deben ser consideradas objetivamente como un accionar que demuestra desprecio por la vida ajena, bien jurídico más importante. Además, se valora negativamente los motivos que lo llevaron a delinquir. En este sentido, si bien no existe justificación para quitarle la vida a otra persona, se valora negativamente que el desencadenante del fatal desenlace fuera una discusión sin mayor sentido. Se valora favorablemente, por el contrario, su corta edad, su falta de antecedentes condenatorios y la actitud voluntaria asumida de reparar económicamente a las víctimas”, señalaron los fiscales Gastón Ávila y Matías Ocariz, del Ministerio Público de la Acusación.