Newell’s le ganó a Banfield y Godoy Cruz, en serie, y en el Coloso. Acostumbrarse a ganar de local es la mejor receta para volver a ser un animador importante del fútbol argentino. Boca y River y sus tragicómicos presentes ofrecen la chance a que cualquiera pueda animarse a pelear por el título. ¿Qué se necesita para hacerlo?. No demasiado.
Contar con tres o cuatro jugadores buenos. Un arquero confiable. Un delantero en racha. Saber cerrar los partidos que va ganando. Y un técnico sereno que mantenga los pies sobre la tierra. Con eso le alcanza a Independiente, dirigido por el vivo de Américo Gallego, para ser puntero. Con eso le alcanzó a Banfield, del laborioso Julio Falcioni, para ser campeón del último Apertura. Y con eso le puede alcanzar al Newell’s del inconmovible Roberto Sensini para prenderse arriba.
Bajo estos parámetros se analiza a Newell’s. Tres o cuatro jugadores buenos tiene. Schiavi, Bernardi, Formica y Achucarro lo son. Los dos primeros por experiencia y jerarquía garantida. Formica porque se pone el equipo al hombro y va para adelante, siempre y en cualquier circunstancia. Y Achucarro porque hace cosas diferentes y suele ser decisivo.
Tiene un arquero confiable, Sebastián Peratta lo es, y no se trata de una racha ya que lleva un par de torneos manteniendo el nivel. Por ahí debe templar los nervios, pero en el arco no falla y eso es lo más importante. Boghossian que venía enemistado con el gol, hizo dos y arrancó la cuenta, vital para progresar en la tabla. Lástima que la imprevisión del cuepro técnico (no hacerlo amonestar previo al partido contra Huracán, en el que le dieron descanso teniendo 4 amarillas en el lomo) lo dejará un partido afuera. Y ahora parece que se acostumbró a ganar en el Coloso. En un torneo dominado por la medianía le puede alcanzar para ser animador, y será otro logro de Roberto que sin estridencias (en las buenas o en las malas) mantiene la receta para seguir cosechando puntos.