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Acribillaron de cinco balazos al hijo de un policía condenado en la causa Monos

Fue en la noche de este lunes en Garibaldi al 200. Recibió al menos cinco tiros disparados por ocupantes de dos autos. Lo llevaron en ambulancia al Hospital Roque Sáenz Peña, pero llegó sin vida. Su padre, Ángel Albano Avaca, fue condenado en 2018 a siete años por pasarle información a los Cantero

Un hombre de 32 años murió asesinado al filo de la medianoche de este lunes en barrio Tablada, con lo cual la saga de crímenes en Rosario sumó su víctima número 16 en los primeros 14 días de 2020. El crimen fue en calle Garibaldi al 200, a la altura de Ayacucho al 4200, hacia el este. Según confirmaron fuentes policiales y judiciales, el joven ejecutado era hijo de un policía que cumplió funciones en la comisaría 15ª y en 2018 fue condenado en el marco del juicio a los Monos por pasar información a los cabecillas de la banda. Quienes conocían a la víctima dijeron que era “un laburante que no se metía con nadie”.

La víctima fue identificada como Ángel Adrián “Pilín” Avaca. Estaba a una cuadra de su casa cuando poco antes de las 12 de la noche se acercaron –de acuerdo a primeros datos policiales– dos autos cuyos ocupantes le dispararon al menos cinco veces. Ese es el número de impactos que, según el informe preliminar, tenía el cuerpo de la víctima. Los vehículos en los que iban los agresores, según remite la misma fuente a datos de testigos, son un Ford Focus blanco y un Fiat Palio gris cuyas patentes no pudieron ser individualizadas.

Oficialmente se informó que el crimen ocurrió en Garibaldi al 300. Pero Avaca cayó en Garibaldi unos metros al este del cruce con Ayacucho, al 200, ya donde la fisonomía de la calle cambia radicalmente: de un paisaje de edificaciones tipo chalets, a viviendas humildes de construcción precaria y menor infraestructura urbana. Vecinos trasladaron el hombre hasta el Hospital Roque Sáenz Peña, pero, siempre según los primeros datos extraoficiales, ingresó sin vida a la guardia del centro de salud en los primeros minutos de este martes.

Por la mañana los vecinos de Tablada al ser consultados por El Ciudadano sólo se limitaron a señalar la escena del crimen y prefirieron no dar precisiones. “No vi nada, ya estaba durmiendo”, dijo una señora que vive frente al lugar de la ejecución. Otros se mostraron hastiados: “Acá los disparos son cosa de todos los días. Son dos o tres bandas que se dan con todo”. Sin embargo, a la hora de dar nombres eligieron ser cautos.

Sin embargo allegados y familiares de Adri Avaca, que tenía dos hijos chicos, se encargaron de remarcar por medio de mensajes en las redes sociales que la víctima era “un padre, un pibe que no se metía con nadie, laburador como pocos”.

“No lo puedo creer, Adri, tanto que siempre renegaste de que no te mezclen en nada. Encima que te matan como perro, no te dan paz”, escribió una mujer allegada a Avaca, quien dijo que el crimen fue una “equivocación” y que el hombre era “no se metía con nadie”.

La víctima era hijo del suboficial de Policía Ángel Albano Avaca, quien prestaba servicios en la comisaría 15ª. Lo detuvieron en junio de 2013 en el marco de una investigación sobre la connivencia de efectivos policiales con las bandas narco. Le endilgaron pasar información confidencial de la fuerza de seguridad a miembros del clan Cantero. Su apresamiento fue ordenado por el juez Juan Carlos Vienna, quien llevaba la instrucción de la causa por el crimen de Martín “Fantasma” Paz que tenía como imputados a varios cabecillas de la banda Los Monos.

Ángel Albano Avaca, a quien conocían como “Chichito”, fue condenado a siete años de prisión por asociación ilícita, cohecho y encubrimiento en abril de 2018.

El fiscal de Homicidios Dolosos Luis Schiappa Pietra se hizo cargo de la investigación de Pilín y ordenó las medidas de rigor. Hasta la primera mañana de este martes, no había pistas sobre los tiradores.

Personal del Gabinete Científico secuestró en el lugar cuatro vainas servidas calibre 9 mm y un resorte de cargador de pistola.

Esa cuadra fue escenario de crímenes en el pasado. El más reciente, el lunes 23 de diciembre. En un pasillo de Garibaldi 215 los vecinos encontraron un cuerpo acribillado a balazos, dentro de un lugar apuntado como búnker de drogas. Nadie dijo conocer a la víctima, y días después lo identificaron: Maximiliano José Acevedo.

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