Más de 50 activistas de Greenpeace realizaron ayer en forma simultanea una dramatización de un derrame de petróleo en el Ártico. Una de las tres ciudades donde se realizó fue Rosario, las otras fueron Córdoba y Mar del Plata.
Además, recolectaron firmas para la campaña global más grande de la historia de la organización, que ya reunió 1.400.000 personas en todo el mundo.
Los voluntarios se propusieron mostrar al público la catástrofe que podría ocurrir si la petrolera Shell empieza a hacer perforaciones en el Polo Norte y reclamar por la creación de un área protegida.
“Cada voluntario hizo su tarea con entusiasmo. La puesta en escena fue muy llamativa y logró captar la atención de la gente”, observó uno de los activistas rosarinos.
El Ártico es uno de los últimos espacios vírgenes del mundo. Hoy se está derritiendo por el uso de combustibles fósiles y, en un futuro cercano, la región podría quedarse sin hielo por primera vez en la historia del planeta, algo que numerosos países y empresas conciben como una oportunidad para acceder a la zona y arrasar con los recursos naturales.