Tras permanecer una noche internado en el Instituto del Quemado de la ciudad de Córdoba, murió este viernes Cristóbal Varela Salas, el joven actor y titiritero que había sido alcanzado por las llamas en el incendio que se desarrollaba en la zona de Río Pinto, cerca de Cuchi Corral, uno más de los que se han desatado en zonas rurales de esa provincia en las últimas semanas, mientras intentaba combatirlo.
En la jornada del miércoles, Varela Salas había sido encontrado con quemaduras en más del 90 por ciento del cuerpo tras intentar apagar el fuego por su cuenta. Inmediatamente se dispuso el traslado del herido a través de un helicóptero sanitario y que fue asistido por dos médicos aeroevacuadores.
Tres provincias tienen focos de incendio activos y en otros siete distritos hay fuego bajo control
Oriundo de San Esteban, Varela Salas estuvo desde este jueves internado en grave estado en el Instituo del Quemado, desde donde se advirtió que por las condiciones del paciente y el estado de sus heridas los pronósticos de una falla multiorgánica representaban un riesgo latente. Finalmente, falleció este viernes.
Tras conocer la noticia, el titular de Defensa Civil, Diego Concha, reiteró el pedido a los vecinos para que no se acerquen al foco que se desató en esa zona cordobesa y envió su pesar a los familiares de Varela Salas.
“Nuestro pesar a la familia de este hombre de 35 años, que había estado trabajando en una zona de Cuchi Corral, tratando de extinguir este incendio que era realmente de magnitud”, dijo en diálogo con Radio Universidad.
Último adiós de la Asociación Argentina de Actores
«Lamentamos el fallecimiento del titiritero y actor Cristóbal Varela Salas. Perdió su vida luego de sufrir graves quemaduras al colaborar solidariamente en el control del fuego en la provincia de Córdoba. Perteneció al elenco de titiriteros del Complejo Teatral Buenos Aires y desarrolló una nutrida actividad artística y educativa. Nuestras condolencias a sus familiares y amistades, acompañándolos en este triste momento», dijo la entidad en un comunicado.
Desarrolló integralmente su talento en el arte de los títeres y las marionetas. Fue realizador, docente, autor, director, escenógrafo, músico, diseñador escenográfico, iluminador y músico. Entre los espectáculos en los que trabajó se encuentran «La leyenda del cactus», «Paseo para títeres y orquesta», «Jorge el miedoso», «Varieté de ilusiones», «Gosting el juego», «Migrare», «Calderón», «Polixena y la cocinerita», «No, no callo», «La niña que riega la albahaca», «Paseo para títeres y orquesta», entre otros.
Integró las compañías Pobre Zion y Pole Pole. Trabajó en el Teatro San Martín, el Teatro Regio, el Teatro de la Ribera y numerosas salas oficiales e independientes. Se había radicado en Córdoba recientemente.