Según el letrado que representa a la familia del artista, fue el mismo Estado el que buscó llegar al acuerdo que finalmente garantiza una reparación moral y material para este artista que vivió entre la diplomacia y la bohemia y cambió la historia de la música brasileña.
En la época más sombría de la dictadura, el Gobierno militar espió la vida privada de sus diplomáticos y redactó informes como el que se utilizó en 1969 para apartar al autor de «Garota de Ipanema» de las embajadas. El músico fue alejado de su cargo luego de que las autoridades, haciendo uso de ese sistema de espionaje para con los funcionarios, lo acusaran de «embriaguez».
Vinicius, uno de los creadores de la bossa nova y uno de los artistas referenciales de la cultura brasileña, falleció en 1980, a los 65 años, como consecuencia de un edema pulmonar.
Fue vicecónsul de Brasil en Los Ángeles (Estados Unidos) al final de la década de 1940, después fue destacado en París como segundo secretario de la Embajada, en los años 50, y posteriormente sería transferido a la embajada brasileña en Montevideo.
En los años 60 fue enviado de nuevo a la capital francesa como delegado de Brasil ante la Unesco, pero desde el comienzo de la dictadura militar ya no volvió a ejercer cargos diplomáticos en el exterior.
El compositor, considerado como uno de los mejores poetas en lengua portuguesa, era conocido por su vida bohemia y las fiestas que daba en su casa, en las que se reunía a numerosos intelectuales y artistas para improvisar canciones.