Los dos trabajadores despedidos de la fábrica Guerrero de San Lorenzo llegaron a un acuerdo: uno aceptó la indemnización y el otro fue reincorporado. La decisión llegó después de la audiencia realizada este martes en el Ministerio de Trabajo de la provincia. El secretario general del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), Marcelo Barros, explicó a El Ciudadano: “Con los trabajadores adentro de la planta van a negociar. No era la forma de actuar de la empresa, porque echaron a trabajadores sin avisar al gremio. El compañero que aceptó la indemnización era un camionero de la planta. Al compañero que reincorporaron lo pasarán a otro sector”. «El lunes próximo la empresa va a presentar un proyecto sobre la situación de los empleados de la planta y lo vamos a evaluar. Con los compañeros adentro vamos a negociar”.
La fábrica volvió a abrir las puertas este martes de manera normal después de que el lunes los más de 200 trabajadores tenían que entrar a la fábrica a las 8, pero se encontraron con las puertas cerradas. Nadie de la gerencia les había avisado que iba a estar cerrado. Los empleados protestaron sin cortar el tránsito en la intersección de la ruta 11 y calle Cervera y quemaron cubiertas.
Al mediodía del lunes uno de los titulares de la empresa, Gonzalo Guerrero, dijo que no abrieron para proteger a su familia y a sus trabajadores porque habían sido amenazados. También apuntó al origen del conflicto con el sindicato: tuvieron que recortar contratos y despedir a dos personas luego de una baja del 50 por ciento en las ventas. “Las empresas que importan sin personal venden más barato que nosotros. Es una situación complicada y desagradable”, dijo Guerrero. Según el último relevamiento del Observatorio de Importaciones de Santa Fe, entre 2015 y 2017 creció un 113 por ciento la cantidad de motos de 125 a 250 centímetros cúbicos que entraron al país.