El gobierno espera el sí de Rusia para contratar de Estado a Estado la logística antártica. El “dead line” para conocer si habrá salvavidas soviético venció el lunes, la fecha se había pautado en reuniones bilaterales pero el receso invernal retrasó la comunicación. Se busca un acuerdo que permita reemplazar el proceso de licitación internacional de alquiler de buques y rompehielos destinados al abastecimiento de bases en el verano 2013-2014, mecanismo que además bajaría el costo final porque no hay intermediación.
Luego del fracaso del servicio prestado por el buque polar Timca y el helicóptero Kamov, ofrecidos por la empresa Transport & Services, y de la refriega judicial que motorizó Trade Baires –la firma que quedó fuera del contrato– contra Arturo Puricelli, su hijo y otros funcionarios, Defensa optó por la alternativa del acuerdo de gobierno a gobierno. El saldo de la fallida campaña fue que la base Vicecomodoro Marambio quedó con un faltante de combustible del 30 por ciento; se intenta completarla a través de un puente aéreo de aviones Hércules C-130 pero el clima invernal dificulta las operaciones.
Antes de dejar su puesto en Defensa, Puricelli presentó esa propuesta a Cristina de Kirchner y a su sucesor en Defensa, Agustín Rossi.
El antecedente del arreglo entre gobiernos fue una reunión que se llevó a cabo en la embajada de Rusia el 29 de mayo pasado de la que participaron el embajador, Viktor Koronelli; el agregado de defensa de ese país, el entonces comandante operacional del Estado Mayor Conjunto, brigadier mayor Humberto Trisano y el comandante Conjunto Antártico, capitán de navío Valentín Sanz Rodríguez.
El diplomático ruso expresó que era posible la prestación del servicio en el marco del acuerdo de cooperación tecnológica y militar existente entre ambos estados y se comprometió a responder sobre la disponibilidad de un rompehielos y un buque polar.
Durante la visita oficial del canciller ruso Serguei Lavrov a Buenos Aires, que se extendió entre el 10 y 11 de junio, parte de la comitiva de funcionarios y empresarios mantuvo otro encuentro en la sede del Ministerio de Defensa. Los delegados rusos confirmaron que había dos aviones Ilyushin 76 para arrendar en caso de que se decidiera abastecer la base General Belgrano II lanzando los insumos desde el aire como se hizo el verano anterior. En ese encuentro se marcó el 15 de julio como fecha tope de respuesta sobre la posibilidad de disponer de un rompehielos y un buque polar rusos.
No contar con el rompehielos Almirante Irízar y desconocer cuándo finalizarán las reparaciones que lleva adelante Tandanor dificulta la planificación de la logística antártica.
El 7 de enero de 2013, el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier general Jorge Chevalier, elevó una nota a Puricelli en la que pedía confirmación sobre la disponibilidad del rompehielos Almirante Irízar para la campaña venidera de 2013-2014. No hubo respuesta. Rossi heredó el mismo dilema: ¿por qué hacer público un plazo si la brasa es de otro caldero?
El presidente del astillero, Mario Fadel, quien se maneja con cierta autarquía, está en el ojo del huracán. La obra sigue demorada y carece de insumos esenciales para avanzar en la ingeniería de detalle. Más de 950 válvulas de conexión del tendido de tuberías de combustible, agua, aceite y líquido hidráulico, adquiridas a la empresa española Econosto Ibérica SA, 140 mil metros de conductores eléctricos de General Cable (España), todos los equipos electrónicos Sperry que equipan el puente de mando comprados a los Estados Unidos, son algunos de los faltantes que yacen sin explicación en depósito portuario local, y por la estadía el Estado (Tandanor) paga entre 200 mil y 300 mil dólares cada tres meses.