Durante una audiencia oral que duró 15 minutos Matías Messi, el hermano del mejor futbolista del mundo, accedió ayer a una probation. Ello implica que durante un año el juicio penal en su contra por tenencia de arma de fuego quedará en suspenso. Si el muchacho de 34 años cumple con las reglas impuestas logrará el sobreseimiento en la causa que se originó cuando en octubre de 2015 Gendarmería encontró una pistola en la guantera de su auto importado. Entre las obligaciones que asumió deberá prestar servicios comunitarios en un club de fútbol de zona sur cuatro horas a la semana y pagar una fianza de 8 mil pesos. Trascurrido el plazo legal sin que cometa un nuevo delito quedará desvinculado.
Con la presencia de su padre Jorge en la sala, Matías Horacio Messi escuchó ayer a la fiscal Mariela Oliva, quien explicó al juez Gonzalo López Quintana que el defensor del imputado, Ricardo Giusepponi, solicitó al Ministerio Público de la Acusación la suspensión del juicio a prueba para el hermano del crack. Para ello se basó en su falta de antecedentes y la factibilidad de una condena condicional. La propuesta trajo aparejada fijación de una residencia, realizar cuatro horas semanales de tareas comunitarias, las que llevará adelante a través de “una clínica técnica y física de fútbol”, con chicos menores de edad, en Leones de Rosario Fútbol Club, ubicado en la zona de Ovidio Lagos al 6500. A ello, sumaron el pago de una multa de 1.000 pesos, abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o estupefacientes y presentarse ante la Dirección Provincial de Control y Asistencia Pos Penitenciaria una vez al mes.
Si bien la fiscal estuvo de acuerdo con el planteo del hermano de Lionel Messi, cuestionó el valor de la multa y expresó que la misma debería ascender a 8 mil pesos, lo que fue aceptado por el imputado, por lo que el juez López Quintana hizo lugar a la suspensión del juicio a prueba, por un año, con la condición del cumplimiento de las reglas de conducta impuestas.
La causa que tiene a Matías Messi como imputado ocurrió la madrugada del 4 de octubre de 2015, cuando personal de Gendarmería le solicitó la documentación de su auto Audi A5 estacionado en Uriburu y pasaje Australia. Según la fiscal, el joven estaba a metros del auto y en su guantera se encontró una pistola calibre 22. Si bien en la audiencia Oliva no brindó detalles del hecho, fuentes policiales refirieron en aquella oportunidad que Messi tiró las llaves del rodado a un patio de una vivienda, e intentó ingresar a la casa donde vive una persona que conocía, lo que derivó en un forcejeo que terminó con los intervinientes con algunos raspones, por lo que se inició una causa por tenencia de arma de fuego.
Pero no era la primera vez que Matías Messi afrontaba una causa por llevar armas. En octubre de 2008 y tras una persecución fue detenido en 1º de Mayo y Uriburu. En aquella oportunidad en la vereda opuesta a donde fue apresado fue secuestrada un arma. Le imputaron portación, aunque luego obtuvo una falta de mérito que derivó en sobreseimiento. En 2013 su casa fue blanco de un ataque a tiros. En aquella oportunidad Matías Messi dijo desconocer los motivos de la balacera.