La ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, dijo este domingo que la utilización del lenguaje inclusivo por parte de los estudiantes genera «un obstáculo» en el aprendizaje y advierte que habrá sanciones para los docentes que incumplan la prohibición de su uso institucional en las escuelas porteñas.
«La utilización de estas nuevas incorporaciones que rompen las convenciones del lenguaje generan un obstáculo. Si en el aula ponés en un primer grado una palabra con un arroba, otra palabra con una ‘x’ y otra palabras escrita correctamente, generás confusión», expresó Acuña a la radio FM Milenium.
«Entonces nosotros decimos: ‘Eliminemos esos obstáculos’. Eso no quiere decir eliminar el lenguaje inclusivo, la lengua española tiene una infinidad de recursos para no utilizar el masculino genérico. Somos todos conscientes de eso. La lengua no es neutral, también invisiviliza. Yo no me siento cómoda cuando en una sala dicen: ‘Señores, vamos a hablar de tal tema», abundó.
“Nosotros sacamos una resolución en el marco de un montón de decisiones que venimos tomando hace tiempo, a raíz de las consecuencias de la pandemia sobre los estudiantes, a raíz de la caída en el aprendizaje tanto en escuelas públicas como en privadas”, sostuvo la funcionaria porteña.
«Tomamos una innumerable cantidad de decisiones en este tiempo que tienen que ver con generar nuevas oportunidades, reforzar, acelerar procesos, garantizar que todos los chicos y las chicas tengan las mismas oportunidades, de sacar todos los obstáculos que pueda haber en ese proceso», añadió.
«Una de estas medidas fue regular el uso de la ‘e’, la ‘x’, el ‘@’, en las aulas por parte de los docentes en el momento del ejercicio de la enseñanza con los estudiantes y en las comunicaciones institucionales”, precisó Acuña a la FM.
Según Acuña, la utilización del lenguaje inclusivo en las aulas «genera un obstáculo en la comprensión y en la fluidez lectora y en la escritura por parte de los estudiantes que están en una situación muy crítica”.
Respecto del eventual incumplimiento de la norma que emitió el Gobierno porteño el jueves pasado, para que no se utilice el lenguaje inclusivo en comunicaciones institucionales y contenidos en las escuelas públicas y privadas porteñas, Acuña dijo:
«lo primero que tiene que hacer la conducción de esa escuela es explicarle al docente que el foco de lo que hace tiene que estar en los derechos de los estudiantes, no en lo que a él o ella como adulto le interese rebelarse o ponerse en contra. El foco son los chicos».
«Es obvio que como toda norma se tiene que cumplir y si no se cumple, hay un proceso administrativo disciplinario. Del mismo modo que si una docente elige evaluar con emoticones en lugar de números. Yo regulo las formas de evaluar. Si no se cumple, hay un procedimiento de sanciones», agregó.
Acuña señaló también que la resolución de su cartera no se refiere a una prohibición:
«no habla de prohibición en ningún momento. Ninguna de las medidas que acompañan las normativas hablan de prohibición. La primera parte habla de regulación del ejercicio de la tarea docente. El segundo artículo habla de la aprobación de manuales sobre el uso del lenguaje inclusivo sin la necesidad de tergiversar la lengua española. Queremos que siga la discusión sobre las identidades, la visibilización, la desnaturalización. Queremos reforzar la discusión con elementos concretos».