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Acusado de integrar grupo que golpeó a un joven hasta matarlo seguirá preso

El arrebato de un celular derivo en justicia por mano propia en barrio Fisherton Industrial. El hecho ocurrió en diciembre y terminó con el asesinato de Luciano Nicolás Martínez de 16 años. Hay dos personas imputadas y otras dos prófugas por linchar al adolescente

«Le hundieron el cráneo y ya no tiene posibilidades de salvarse», dijo padre de Luciano Nicolás Martínez mientras esperaba un milagro en el hospital. Luciano tenía 16 años y la madrugada del segundo sábado de diciembre salió en bicicleta. Unas horas más tarde le arrebató el celular a una chica en la zona noroeste. Un hombre que iba al mando de un auto le tiró el vehículo encima y logró detenerlo. Se bajó, le sacó el celular y se lo devolvió a la víctima que se fue a tomar el colectivo. La escena fue vista por cuatro personas que estaban en una esquina y decidieron darle una paliza. Luciano murió al otro día en el Heca como consecuencia del linchamiento. Dos de los sospechosos de este crimen están presos y dos permanecen prófugos. Uno de los detenidos apeló la medida cautelar pero la Cámara Penal confirmó la decisión. Seguirá preso hasta la audiencia previa al juicio oral y público.

El 8 de diciembre era sábado. Luciano vivía en la casa de su novia hacía 5 meses y esa madrugada salió en bicicleta. Su familia no supo nada más del adolescente hasta que le informaron que estaba internado en grave estado en el Heca. La Policía lo encontró tirado en un zanjón en Pitágoras y México, en Fisherton, con lo puesto, no tenía la bicicleta ni su billetera.

El fiscal Florentino Malaponte quedó a cargo de la investigación y lo que trascendió en un primer momento fue que la víctima había sufrido un robo, pero el caso dio un giro con las primeras evidencias. Se determinó que el adolescente le había arrebatado un celular a una chica cuando venía caminando. La situación fue vista por el conductor de un auto que aprovechó el coche para cruzarse en el camino del pibe, sacarle el teléfono y devolvérselo a su dueña. La escena fue presenciada por un grupo de muchachos que decidieron hacer justicia por mano propia y lo golpearon salvajemente. La víctima quedó tendida en un zanjón.

Linchamientos: “Parte de la sociedad cree que todos pueden actuar como policías»

Las lesiones que sufrió generaron un cuadro irreversible que llevaron a Luciano Martínez a la muerte. A fines de diciembre se realizaron varios allanamientos que terminaron con la detención de Emanuel F. de 22 años. Después cayó Tahiel G. de 21 años. La Fiscalía imputó a ambos por los delitos de homicidio calificado por el concurso de más de dos personas y hurto agravado. El juez interviniente los dejó detenidos preventivamente.

El segundo de ellos apeló la decisión y su defensor contó que si bien en un primer momento su cliente estuvo entre varias personas que le pegaron a la víctima y sólo los quiso separar. Después de retiró y no participo de la riña. Según un testigo protegido hubo una segunda secuencia dónde le volvieron a pegar y Tahiel G. ya no estaba, aseguró. Agregó que su defendido es un estudiante, trabajador y sin antecedentes. Reclamó un cambio de calificación por homicidio en riña, que tiene una escala penal de 2 a 6 años y no una condena perpetua como la imputación actual, y un arresto domiciliario.

Pero el fiscal explico que Tahiel G. no es el único detenido y hay dos hermanos con pedido de captura. Dijo que el hecho ocurrió en la vía pública, dónde se fue encima de la víctima junto a otras tres personas y la golpearon hasta la muerte. Incluso explicó que uno de los prófugos se acercó a la joven que Luciano Martínez le había arrebatado el celular y habló con ella. Hay dos testigos de identidad reservada, uno de los cuales llamó al 911 y otro lo reconoció en rueda de personas. También hay otros dos testigos de oídas que tomaron conocimiento de lo sucedido por boca de los propios imputados. Los declarantes son personas que tiene una cercanía con los imputados y aclaró que el testimonio del que habla la defensa no alude a dos momentos diferentes sino que mientras lo golpeaban iban y venían.

La camarista Gabriela Sansó decidió confirmar la medida cautelar y dejar preso al imputado. Surge de la declaración del detenido que sabía que lo estaban buscando y lo encontraron recién en un segundo allanamiento a su domicilio, aseguró. También valoró la relación previa con algunos testigos que lo ubican en el lugar del hecho y en una actitud compatible con la agresión física y destacó el temor a represalias de algunos vecinos y compañeros de salidas.

Otro linchado

Ese mismo día pero en Brown y Balcarce un hombre de 30 años recibió una feroz golpiza y terminó hospitalizado en grave estado por lesiones en la cabeza. Según fuentes policiales dos hombres estaban haciendo una mudanza cuando vieron a esta personas sustraer objetos del flete. Le gritaron, lo corrieron y el presunto ladrón terminó hospitalizado.

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