Un joven de 19 años que fue detenido hace diez días en la zona sur y quedó acusado de tres homicidios –entre ellos el de un ladero de Los Monos–, presentó un habeas corpus correctivo para evitar ser derivado a la cárcel de Piñero. Desde que cayó preso, el sospechoso fue trasladado en tres oportunidades a distintos centros de detención, según las autoridades, a causa de su actitud conflictiva con el resto de la población carcelaria. Actualmente se encuentra alojado en Alcaidía Mayor, adonde pretende quedarse ya que, según dijo en una audiencia, en Piñero se alojan internos vinculados a la banda de Los Monos, lo que podría en riesgo su vida. El Ministerio de la Acusación no se opuso a la pretensión y el juez Gustavo López Quintana hizo lugar al pedido defensista, por lo que el acusado permanecerá en Alcaidía.
Jonathan Adrián G. tiene tan solo 19 años, aunque en su haber carga con acusaciones de gravedad. Fue detenido el último jueves santo a raíz de algunos pedidos de captura que pesaban en su contra y este lunes fue acusado, en una audiencia pública, de participar en el crimen de Alberto Santiago Fernández, un hombre de 38 años que el 13 de abril esperaba para comprar una gaseosa en un kiosco ubicado a media cuadra de su casa, en Flammarión y Lamadrid, cuando frenó un automóvil y su ocupante abrió fuego. La víctima recibió dos impactos de bala que, según la pesquisa, eran para el joven que estaba adelante suyo.
Pero además de este echo el acusado contaba con un requerimiento judicial del Juzgado de Instrucción de la 5ª Nominación por el homicidio de Lisandro Mena, sindicado ladero de los cabecillas de la banda de Los Monos y testigo presencial del crimen de uno de los miembros de la familia Cantero: Claudio, alias Pájaro, asesinado a tiros en mayo del año pasado en la puerta del boliche Infinity Night, ubicado en el límite entre Rosario y Villa Gobernador Gálvez.
El 24 de diciembre Mena circulaba en moto junto a Ezequiel D. M., de 17 años, por la zona sur y al llegar a bulevar Oroño y Batlle y Ordóñez lo detuvo el semáforo. A su lado frenó otra motocicleta desde donde se efectuaron al menos seis disparos contra Mena, quien intentó escapar del ataque y atropelló a Federico Manatini, que se encontraba esperando el colectivo. Como consecuencia del incidente, Mena y Manatini fallecieron, mientras que el adolescente que iba de acompañante resultó herido.
El crimen de Mena también le fue achacado a Jonathan G., quien además se encuentra nombrado en el homicidio de Antonio Esteban Gálvez, alias Kily, de 36 años atacado a balazos en Juan Canal las 2700 cuando estaba con su sobrino de 4 años. Desde una moto con dos ocupantes abrieron fuego contra la víctima, que murió a causa de las heridas sufridas.
Luego de su detención, concretada el 17 de abril último, el acusado quedó alojado en la comisaría 15ª, aunque al día siguiente fue trasladado al pabellón B de Alcaidía sin motivos aparentes. Según expuso ayer en audiencia su defensor, Marcelo Piercecci, allí se adaptó sin problemas, pero al día siguiente fue transferido al pabellón 2 de ese mismo penal, adonde tuvo inconvenientes con algunos presos. Ello derivó en algunas gestiones con la jefatura del penal y nuevamente se lo derivó al pabellón B, aunque el 25 de abril desde Alcaidía se ofició al tribunal para requerir el traslado a una cárcel común. Uno de los magistrados actuantes desechó el pedido, aunque el Juzgado de Instrucción de la 5ª Nominación no objetó el cambio de lugar de detención, lo que hacía inminente el traslado que, según Piercecci, resulta injustificado y absurdo.
Posteriormente, un representante de la Unidad Regional II sostuvo que se requirió su traslado en resguardo de su integridad y las dificultades que tiene con la población carcelaria de Alcaidía Mayor. Sin embargo, el imputado refirió que está bien en el pabellón B (que es evangelista) y que el tiempo que estuvo en el pabellón 2 tuvo conflictos porque había presos vinculados a la banda de Los Monos.
En ese contexto, su defensor explicó que Mena –de cuyo homicidio Jonathan G. se encuentra imputado– era una persona allegada a la familia Cantero. El letrado dijo que su defendido está en el lugar adecuado, adonde convive con unas 150 personas sin inconvenientes, por lo que le resulta “sugestivo” el traslado.
Por su parte, el fiscal Eduardo Sorrentino no se opuso al pedido del defensor, por lo que el magistrado Gustavo López Quintana, que presidió la audiencia, resolvió ordenar la permanencia de Jonathan G. en el pabellón B de Alcaidía Mayor.
